- PARAGUAS
Teniendo en cuenta, que la temporada “seca” en Brujas, de acuerdo a los estudios meteorológicos, va de finales de enero a mediados de mayo. Y sin embargo, en mi primer mes aquí (febrero), ha llovido unos… ¿Veinte días?… Creo fielmente, que un paraguas, debe ser una de las primeras cosas que guardes en tu maleta.
Es verdad, que muchos de esos días, no llovía las 24 horas seguidas, pero como te pillara el chaparrón juuusto yendo a la uni en bici, ya te pasabas todo el día calada hasta los calcetines.
Por eso, para tu viaje, no recomiendo llevar solo un paraguas, sino también ropa impermeable. La mayoría de las tormentas vienen acompañadas de fuertes vientos, y a veces con un paraguas no es suficiente. Y si encima vas a los sitios en bici, tus piernas acabaran empapadas excesivamente rápido.
- ROPA DE ABRIGO
Probablemente pienses, que esto depende de la época del año en que viajes… Pero vengo a advertirte ¡En Bélgica hay que tener mucho ojo con el tiempo!
A pesar de que visites este país en verano, es decir, en la temporada templada, las temperaturas rondaran tan solo los 20 grados centígrados, y por las noches seguirá refrescando. Y si encima el día amanece lluvioso, como hemos observado antes que es muuuy probable que ocurra, la sensación térmica descenderá incluso más. Por eso, debemos ser precavidos, y aunque decidamos viajar en julio, nunca vendrá mal incluir en la maleta un pantalón largo y una chaqueta abrigada.
Y si viajas en la temporada fresca, de noviembre a marzo, deberás tener en cuenta de que las temperaturas estarán siempre por debajo de los 8 grados centígrados, acercándose a 0 en los meses más fríos.
Por ello, os recomiendo incluir en la maleta: un gorro, unos guantes, una bufanda y un abrigo gordito… (si sois frioleros como yo, unos leggings y una camiseta térmica nunca estarán de más).
Además, debemos tener en cuenta, que el problema de una ciudad como Brujas, es que el frío es húmedo, de ese que se te mete en los huesos. Encima, al no tener cerca ninguna montaña y sus edificios ser la mayoría de baja estatura, no consta de protección contra el viento. Y cuando este sopla, lo hace con MUCHA fuerza.
- UNA CÁMARA
Brujas es considerada una de las ciudades europeas más bonitas, incluso en el año 2000, fue declarada Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO.
Os aseguro que a pesar de su reducido tamaño, existen miles de lugares preciosos para fotografiar: a lo largo del canal, dentro de las Iglesias góticas, paseando por las empedradas calles medievales, frente a los edificos de la Plaza del Mercado, la fachada del ayuntamiento o desde lo alto del campanario…
Mires a donde mires, encontrarás rincones llenos de encanto. Es verdad, que hoy en día solemos tirar de la cámara de nuestro teléfono móvil. Pero, para mi gusto, nada mejor para plasmar el alma de esta preciosa ciudad que una cámara analógica…
- ZAPATOS CÓMODOS
¡Imprescindible! Pues Brujas es una ciudad que hay que patearse, de arriba a abajo y de lado a lado… Encima, las calles del casco histórico aún conservan el tradicional suelo de adoquines belga, que a pesar de aportar a la ciudad la perfecta aura medieval, no es ni de lo más regular ni cómodo de pisar.
Si además, decidimos alquilar una bici, para poder visitar los lugares más alejados… (os dejo el link del post acerca de alquilar un bici y moverse por Brujas)… entonces, el calzado cómodo será aún más necesario.
- UN BUEN LIBRO
La ciudad de Brujas no cuenta con aeropuerto, el más cercano es el de la ciudad de Ostende, a unos treinta kilometros. Aunque, este aeropuerto aparte de contar con un número muy reducido de vuelos, también es más caro. Por lo que, la mejor opción para visitar Brujas es aterrizar en Bruselas, y coger el tren o el autobús hasta la ciudad.
Si nuestro avión va al aeropuerto de Charleroi, a las afueras de Bruselas, existen autobuses directos, económicos y cómodos… Pero tardan unas tres horas en llegar, de ahí que un buen libro, sea una genial idea para llevar en la maleta.
Además, en uno de los días lluviosos, sentarnos en una cafetería, a orillas del canal, a leer un libro, mientras disfrutamos de las preciosas vistas, suena como un plan perfecto.
¡¡¡Espero que os hayan gustado mis recomendaciones y vengáis pronto a visitar esta preciosa ciudad!!!
Mi nombre es Luna, tengo 20 años y vivo en Madrid. En general soy una apasionada de la vida, de los viajes, el arte, la música, el baile, el surf, el mar, la escalada… todo lo que suponga una aventura para mí siempre será un SÍ.
Este semestre mi aventura comienza fuerte: me he mudado a Brujas ¡La ciudad de ensueño! Y aunque apenas lleve aquí una semana, os puedo asegurar que así es. Todas las calles están bañadas de un aura especial, casi mágica.
Recuerdo una de las primeras noches aquí, entre las vacaciones y la lluvia las calles estaban vacías. Paseando a la luz de las farolas, sentí como si me transportara a otra era… Los suelos empedrados, el musgo creciendo por las paredes de una gran iglesia gótica, cuyas vidrieras relucían con luz propia. Todo parecía salido de un precioso y enigmático cuento medieval.