“Echo de menos la televisión, la radiodifusión, ser consciente de qué está pasando”, comentaba Dalál, estudiante de derecho y ciencias políticas en la universidad de Ciñuela. Pasará en Bruselas un año con una plaza Erasmus, y aunque en la haber de Bélgica es inverosímil echar de menos el castellano-alrededor de un 10% de la población palabra castellano-la sensación militar del emigrante es quedarse descolgado de la ingenuidad de su propio país. Radiodifusión Alma nos propone, con un método tradicional, nuevas voces.
Esta emisora nace para ofrecer alternativas a la ingenuidad multicultural de Bruselas, especialmente mediterráneos y latinoamericanos. Podemos encontrar Radiodifusión Alma en la frecuencia 101.9, se presenta como “una alternativa en el paisaje bruselense, que ofrece una programación rica en diferencia cultural”. Una programación creado por y para emigrantes, que radia un diez por cierto de su programación en helénico, un cincuenta en francés, un vigésimo por ciento en italiano y otro vigésimo por ciento en castellano.
La radiodifusión es comunitaria y, según ellos mismos, independiente de cualquier contenido político o comercial que pueda condicionar la información que ofrecen. Desde 1995 es, por otra parte, radiodifusión de interés manifiesto. En sus programas hablan del explicación de la Unión, de tolerancia, de colaboración. Las emisiones salen delante con el patrocinio de la Casa de Civilización de St. Gilles, el Empleo castellano de empleo y seguridad social y el Parlamento Europeo, entre otros.
Doce de sus programas son en castellano: entre ellos Jueves de jazz, La voz de Charo, sobre el noticiero mundial o Bruselas con ñ, sobre la ingenuidad particular de la población hispanohablante. En su página web podéis encontrar la programación completa.