Ya sabemos la influencia que tuvieron los Condes en la historia de Gante, por lo que su castillo no podía ser sino el reflejo de esta influencia. Ahora bien, el edificio que podemos observar hoy no es el que imponía a los ganteses en el siglo XIII.
Como podréis aprender si entráis al Castillo -ojo, la entrada son 6 euros para estudiantes, 10 para el público general, y gratis para portadores de la City Card Gent, por favor, que vuestras visitas se la hagan, es una “rentada”- el Castillo fue empleado para hacer casas de obreros textiles durante el siglo XIX, por lo que acabó en un estado ruinoso que solo se reparó a finales de este mismo siglo, cuando, siguiendo los patrones históricos (y algún que otro deseo del constructor), Gante obtuvo este precioso trozo medieval en pleno centro histórico.
La historia cuenta que un Conde de Flandes (Felipe de Alsacia), mientras se dedicaba a cruzadear en Siria, quedó impresionado por uno de los castillos contra los que luchaba, y mandó construir uno idéntico en Gante. No sé si esta historia es cierta, pero el hecho demostrable es que el Gravensteen se erigió en 1180 sobre los restos y ruinas de otras fortalezas de siglos anteriores. Tras su misión defensiva, pasó por palacio de justicia (de hecho, algunas ejecuciones tenían lugar en su interior, y otras en la plaza frente a la entrada), casa de la moneda, y actualmente alberga en su interior el Museo de la tortura.
La verdad es que da auténticos escalofríos recorrer sus estancias e imaginar algunas de las angustiosas torturas que se podrían ejecutar en ellas…os ahorro las imágenes para las y los que seáis sensibles a ellas. Lo que sí os puedo decir es que la visita merece enormemente la pena.
Con más de 15 lugares para visitar, el recorrido dentro del Castillo nos hará bajar a las bodegas, subir a las almenas, recorrer diversos salones y estancias, así como la historia del propio castillo y su reconstrucción. Las vistas desde las torres, sobre todo la del homenaje, son realmente impactantes, con las tres torres presidiendo los tejados ganteses, y la colección de objetos y armas medievales nos zambullirán de lleno en la historia de los Condes de Flandes.
Pero no todo en el castillo va a oler a polvo medieval…en 1949, como protesta por la subida de los precios de la cerveza, 136 alumnos y 1 alumna de la universidad de Gante subieron al castillo, y lo “conquistaron” por primera vez en su historia. Allí permanecieron algo menos de 24 horas, y sobra decir que las autoridades no les sacaron precisamente a cosquillas, pero este hecho dio pie a las Gravensteen feesten, una celebración el día 15 de noviembre en la que las hermandades de la Universiteit Gent -no sé si os he contado ya la influencia que tienen sobre el ambiente joven de la ciudad- montan una fiesta dentro del castillo para acabar subiendo hasta Sint-Piertersplein.
Nunca dejará de sorprenderme encontrar charangas en Gante.
¿Habéis visitado el Castillo? ¿Os ha gustado? ¿Queréis compartir alguna historia de él?