Saludos, erasmus pasados, presentes y futuros.
Hoy vamos a hablar de los flamencos y los ganteses, de cómo son, qué les gusta, sus tópicos (lo que esperamos de ellos) y lo que en verdad cumplen de estos, que ya os adelanto, son pocos. ¿Son simpáticos los ganteses?
Voy a empezar por lo que podemos pensar de los flamencos desde el sur, desde España. Antes de venir aquí de Erasmus, mi idea sería que la gente de estas tierras sería correcta, educada -no en vano, Bélgica está en el corazón de la UE- pero también reservada, diferente en algún sentido, y, por decirlo de alguna forma, “paradita”.
Ya el primer día, dos cosas me llamaron la atención: en primer lugar la cantidad de bicicletas, que me sigue impresionando cada vez que voy a la estación. Aquí el medioambiente y el futuro es un tema muy serio. No voy a decir que los flamencos, sobre todo los estudiantes, no ensucien ni contaminen, pero se toman muy en serio, por ejemplo, el reciclaje, en cualquier piso de estudiantes el separar y reciclar son totalmente obligatorios.
Lo segundo que me llamó la atención fue lo increíblemente serviciales que son: en la ESN, la Universidad, y cualquier persona que hemos conocido tras un mostrador o por la calle, el ayudar aunque seas un desconocido les sale solo. He perdido ya la cuenta de la cantidad de cervezas a las que me han invitado los flamencos aquí.
Aún no me he movido del primer día aquí y ya he roto dos de los tópicos. Bueno, pues aquí va el tercero, que son gente sin mucho espíritu de fiesta (salvo cuando vienen de vacaciones a la costa española). Já. No he visto gente más fiestera en mi vida. Da igual que sea Lunes o Miércoles, Overpoort está llena. Sí que es cierto que en el fin de semana la ciudad se vacía, pero aún así los sitios del centro siguen estando llenos. Por no hablar de los horarios: ¿fiesta hasta las 6 de la mañana? Pensaba que eso pasaba solo en nuestro país.
Algo en lo que no sorprenden, en cambio, son sus rutinas: aquí la comida y la cena se hacen dos horas antes (en promedio) que en España, así que preparaos para tener hambre a las 12:30 de la mañana, y que os sorprendan las cantinas de la universidad cerrando a las 14:00. Uno se acostumbra. Tampoco sorprende su relativa seriedad, ya que aunque son muy amigables, el humor no es su mejor arma…aunque esto depende mucho de con quien des, por supuesto esto es una generalización muy mala.
Para resumir, ¿cómo son los flamencos y los ganteses? Son gente muy educada, amable y hospitalaria hasta la saciedad. Pero no son como te los imaginas: les encanta salir y divertirse -a algunos es imposible seguirles el ritmo- reír y disfrutar del sol paseando en sus bicicletas. La mejor decisión que puedes tomar es hacerte amigo de un belga, tendrás un leal compañero o compañera de por vida.
¡Nos leemos!