“Kili! Kili watch!”: grita el rock ‘n’ roll de los sesenta, el tema de un grupo belga que después se convertiría en hit francés. Letra y ritmos repetitivos que acabaron enganchando toda una generación de jóvenes belgas al género estadounidense más internacional durante los años cincuenta.
La composición de este hit, versionada después por autores de la talla de Johnny Hallyday, tuvo lugar en el estudio Philips (aún en pie, junto a la Place de la Chapelle). Les cousins, un grupo bruselense que tomó su nombre de un bistró en la Grand Place, se reunió en 1960 tras la producción de sus dos primeros títulos: Fuego y Kili Watch, para registrar las canciones. Ninguno de los miembros del grupo (Gustave Derese, que sería pronto reemplazado por Stekke, al bajo, Adrien Ransy a la batería y los hermanos Van Den Meerschaut a la guitarra y los micrófonos) esperaba más éxito que el de una sala pequeña a medio llenar; en el camino se encontraron siendo autores del estribillo más pegadizo de la década.
Para cuando se disuelven, en 1989, tienen más de 120 canciones bajo su autoría. Algunos tienen hijos, discos en solitario, una notable fama en América Latina; con Kili Watch todos consiguieron, por primera vez en rock n’ roll belga, un disco de oro.