Saint Gilles es una de las diecinueve comunas de Bélgica; como todas, oficialmente bilingüe. 50.000 habitantes en una superficie de 2.52 km cuadrados la convierten en una de las comunas más pobladas de la ciudad: la siguiente al sur de Bruselas-centro. El distrito, tradicionalmente uno de los más pobres de la ciudad, se llama así en honor a Gilles el ermitaño, patrón de los extranjeros y figura recurrente en el culto popular.
Es un barrio mediterráneo y latino, aburguesado desde finales de los 80. Los turistas, siempre cerca de la casa-museo de Víctor Horta, el arquitecto modernista, no se paran a visitar los alrededores, más deprimidos. Stéphane Lambert, escritor de libros dedicados a Bruselas y su identidad, lo considera un barrio “rico en mezcla y con alquileres asequibles”. Lleno de Brasseries y cafés de estilo art-decó, es indudable que Saint-Gilles es una comuna que, si bien cercana al centro, poco tiene que ver con el casco histórico de la ciudad.
En las guías de las fiestas del Orgullo, que se celebran en Bélgica en mayo, suele recomendarse el distrito para salir. Son famosas las fiestas LGTB en Saint-Gilles, que incluye bares como Le Belgica, un bar de los ochenta con DJ sets electrónicos, Chez Maman, un café drag para hombres o -muy cerca- La Demence, una fiesta mensual en La Fuse con las tres plantas llenas hasta las siete de la mañana.