Bueno, bueno, ¿por dónde empezar?
Los días 6,7 y 8 de Marzo, Aalst (ciudad situada a medio camino entre Gante y Bruselas) celebraba este año sus carnavales. En 2010 fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO – y como no todos los días se ve un Patrimonio Cultural– decidimos poner nuestro granito de arena al percal que allí se había formado…
Disfrazados de pies a cabeza, nos plantamos el domingo a las tres de la tarde en la estación de Dampoort. Cuando llegamos a Aalst, dos amigas nuestras oriundas de allí nos vinieron a recoger en coche, y nos soltaron cual cervatillos en el centro de la ciudad (ellas; auténticas profesionales del carnaval, se iban a descansar hasta la noche porque tenían dos días más de fiesta por delante que nosotros).
En cuanto pisamos la calle la música ya se oía de lejos así que sólo tuvimos que seguir el tumulto. En la primera calle concurrida ya nos topamos con las cabalgatas. Cabalgatas continuamente recorriendo las calles. Gente disfrazada por todas partes; niños, padres, turistas, autóctonos…etc. Vislumbramos un parking donde estaban todos los jovenzuelos y nos fuimos allí a beber. La primera hora me la pasé riéndome con los disfraces de la gente jóven, en especial de los chicos. Y es que es bien sabido que en Aalst, la tradición es que los hombres se disfracen de mujeres (el abanico es muy amplio: madres , cabareteras, «mujeres de moral abierta», divas del pop…etc) Por supuesto cuanto más roce lo absurdo, bizarro y grotesco mucho mejor.
Cuando el Sol se puso –sí , ¡hizo Sol!– nos fuimos adentrando por el centro, donde se cocía todo el meollo. Como en cualquier carnaval que se precie, la calle era «un bar más». Como los sitios están abarrotados de gente, se ponen carpas que prolongan los bares hacia la calle así que te pasas el 90% de la noche en la calle. Por supuesto, la música suena en todas partes. Aqui me veo en la obligación de hacer una advertencia: No vayáis a los carnavales de Aalst si queréis oír música bailable. Y esto lo digo porque nos pasamos mas de doce horas escuchando lo que allí deben ser las versiones Dutch de Paquito el chocolatero and company. La verdad es que lo recuerdo y me entra la risa. Todas las canciones estaban dobladas al Dutch –cuando digo todas, es todas–, era muy gracioso. Si mal no recuerdo… ¡hasta oí una versión de la Macarena en dutch! Claro para los belgas genial porque pueden cantarlas y brindar al compás, pero nosotros, pobres españoles, nos dedicábamos a sobrevivir canción tras canción bailando al estilo verbena.
¡En carnavales todo vale!
Efectivamente Aalst no es una excepción a este dicho y es que conforme pasaban las horas la ciudad entera se volvía loca: Felicidad, alegría, alcoholismo y creatividad llenaban las calles. A lo mejor bailar no pude, pero sí llevarme una buena noche conmigo.
¡Gracias Aalst!
P.D: Aunque me he tenido que auto censurar un poco, aquí os dejo un vídeo de lo que fue mi noche…
Untitled from helena Diaz Palacios on Vimeo.
La canción es Alright de Supergrass 🙂
2 comentarios
Ei! Yo soy una Erasmus en Aalst y corroboro lo de los tres días seguidos de fiesta que se monta aquí por carnaval! La música no para en 24 horas, y sí, versionada y en el dialecto local! Todo un espectáculo!
Saludos! =)
¡Hola!
jajj ¡Pues que bien! me alegro un montón que una erasmus de Aalst corrobore mis andanzas,
la verdad es que menudos Carnavales… 😀
Un saludillo desde Gante! ,)