En el último post explicaba que el pasado fin de semana visité la ciudad de Bruselas. También os comenté que explicaría más sobre el Manneken Pis. ¡Allá va!
No muy lejos de la famosa Grand Place, se puede descubrir el pequeño Manneken Pis, símbolo curioso de la ciudad. Digo pequeño y lo remarco, no os esperéis ninguna gran estatua. Exactamente es una estatua de bronce de 65 centímetros.
El significado de su nombre es “hombrecillo que orina” y existen diferentes historias y leyendas que explican la importancia de éste. Una de las que más me gustan es la siguiente:
“En el siglo XIV, Bruselas llevaba bastante tiempo atacada por una potencia extranjera. Los atacantes idearon un plan para colocar cargas explosivas en las murallas y sucedió algo inaudito: Un niño llamado Juliaanske les estaba espiando y salvó a su ciudad porque orinó sobre la mecha encendida.”
Es curioso saber que casi siempre le encontraréis disfrazado, y cada día con un disfraz diferente. El día que lo visité iba vestido con un traje típico de colegial:
Es tradición disfrazar a la estatua y el vestuario actual cuenta ya con más de 800 trajes. La mayoría se conservan en el Musée de la Ville de Bruselas. Estos son algunos de los disfraces que se pueden encontrar en este museo:
Si subes la calle perpendicular, encontrarás una especie de grafitti del Manneken Pis versión rapera (curioso de ver).
Desde mediados de los años 1980, el Manneken tiene una equivalente femenina, la Jeanneke Pis. Incluso tiene versión canina, el Zinneke Pis, símbolo del mestizaje bruselenese.
Tengo 21 años y nací en Barcelona, aunque vivo en Cambrils, un encantador pueblo marítimo en la provincia de Tarragona. Estudio química en la “Universitat Rovira i Virgili” de Tarragona y he venido aquí para acabar mi carrera universitaria en la UC Leuven-Limburg (associada a la KU Leuven).
¿Y porque decidí presentarme a esta beca para ser corresponsal de Erasmus en Flandes?
Porque soy una química con intereses de “blogger”. Así soy yo, un poco de aquí y un poco de allá, con intereses tan diversos que comprenden desde la ciencia hasta la fotografía, desde la cultura hasta la fiesta y desde los gofres hasta la cerveza belga. Me apasiona viajar, aprender, reír, comer, disfrutar y vivir la vida al límite… Es por ello que decidí acabar mi carrera universitaria en la Salamanca de Europa, Lovaina, y así no perder la esencia de mis raíces.