En un principio me pareció una frivolidad dedicar una atracción turística entera a la institución basada en colonizar, invadir y extender la muerte por todo el mundo, pero después de ver el museo entero cambié de opinión.
Creo que el principal motivo de mi confusión fue que este museo se hace llamar “museo real de la Armada y la historia militar” cuando en realidad su atractivo más importante es la estética de los engranajes, mecanismos, dispositivos, piezas, piñones, cremalleras, acoplamientos, embragues, juntas, articulaciones, ejes, ensamblajes, artificios, maquinarias, herramientas, accesorios, y en general, sistemas para ejecutar la fuerza y la brutalidad necesaria en cualquier contienda.
Situado en uno de los antiguos pabellones feriales del parque del cincuentenario, el museo ensalza la nación belga a partir de su ejército militar, con una completísima colección de objetos historicomilitares que pueden hacernos recordar la importancia que ha tenido la institución de la guerra en algunos países (Bélgica siempre ha sido un campo de batalla por encontrarse en el en medio del continente) y el valor que se le quiere dar en la actualidad. No sé si este dato tiene interés alguno, pero la cantidad de hombres visitando el museo era sustancialmente mayor que en cualquier otro centro.
Como se indica en la web del museo, la exposición abre de martes a domingo de 9:00 a 17:00. Aunque antes era gratuito, desde 2016 la entrada cuesta 5€. Ah! Y no os perdáis el panorama del barrio europeo de Bruselas que se puede ver desde su terraza.
Como siempre, os recomiendo también que leáis las experiencias de otros Erasmus en este Blog:
Museos de Bruselas: Museo Real de Historia Militar