Quizás me odiaréis…pero en este instante estoy escribiendo sentada en un hermoso mirador, que se encuentra en un enorme jardín, dentro de una hermosa casa belga que a su vez esta situada en Sint-Andries, al sur de Brujas.
Comienza el fin de semana:
- Es viernes por la tarde. Quedo con mi amiga Eline en la estación de Sint-Pieters para coger el tren. Veinticinco minutos y nos plantamos en Brujas. Cogemos el bus urbano que nos lleva a su casa. Por el camino me explica cosas acerca de su ciudad. Me explica que Brujas es una ciudad sin duda muy bonita pero que bajo el punto de vista no turístico no hay mucho que hacer. De hecho esa es una de las principales razones por las que la gente joven se va a Gante u otras ciudades – afirma. Además tampoco hay Universidad, otra razón de peso entre los jóvenes para mudarse y estudiar fuera.
Al bajar del autobús simplemente me quedo sin habla ¡%`+´ç-.&` ! Estamos en una preciosa urbanización dónde cada casa es típica flamenca; tejados inclinados, ladrillos pequeños y mucho verde: jardines y árboles colonizan la vista de cualquiera. Vaya vaya, qué callado te lo tenías… –le digo.
Entramos a su casa y más de lo mismo; todo precioso. Por supuesto en esta casa no podía faltar un perro, Zarkan se llama. Es como la casa: monísimo. Lo que pasa que no nos entendemos porque él sólo habla Dutch.
- Sábado por la mañana: tras un genial y casero desayuno, nos vamos a ver la ciudad. Eline me dice que Brujas es pequeño, pero que es fácil perderse porque todas las calles más o menos se parecen. Empezamos la visita por el parque Minnewater. Eline me cuenta que lo que más le gusta de Brujas son sus parques…
Durante el camino, se para en una casa, aparentemente abandonada y me dice como curiosidad que ese era el sitio por excelencia dónde se podían disfrutar de fiestas Hardcore. Y es que resulta que Brujas es mundialmente conocida por este tipo de música. Ahora –me sigue contando–, ya no se hacen allí sino que las trasladaron a otro sitio.
Seguimos caminando y atravesamos Astridpark dónde por cierto, hacen pases de cine al aire libre en verano. Es gracioso porque Eline parece española y a menudo la confunden con turista y en el parque pasamos al lado de un grupo de belgas que estaban sentados hablando en alto –al parecer de nosotras– y Eline se empieza a reir ya que claramente lo entendía todo. Me dice que se estaban quejando de que hubiese turistas (nosotras) en ese parque, que al parecer no es tan turístico como lo puede ser el centro. Y es que Brujas, para bien o para mal, es una de las ciudades con más turista por metro cuadrado que he visto jamás. Eline me cuenta que ella siempre huye del centro si no tiene que hacer ningún recado allí porque a veces puede llegar a ser hasta molesto caminar entre tanto bullicio. No es que odie a los turistas ni mucho menos, pero dice que a veces siente que su ciudad esta hecha por y para ellos. ¡Aaamiga! – le digo yo– ¡Es lo que tiene vivir en un Patrimonio de la Humanidad!.
En ese mismo parque, Eline me enseña un edificio pequeñito dónde se encuentra la Radio VillaBota. Hecha por y para jóvenes que trata temas como música, cultura y actividades en Brujas.
Seguimos caminando y llegamos al centro o nunca mejor dicho ¡dónde se corta el bacalao!: VISMARKT. Pero ya es tarde y no hay Mercado de pescado, estan recogiendo. De ahí nos vamos a Nieuwstraat dónde hay otro mercado con cosas made in Brugge: muñecas de porcelana, vajilla antigua, figuritas de vírgenes, escudos de Madera…etc.
Como ya estábamos a mitad del tour y el sol apretaba, Eline decide llevarme a “2be”, la casa de la cerveza, o como ellos la llaman Bierhuis. Aunque el sitio es 100% turístico, merece la pena ir porque tienen cientos de cervezas belgas. Así que como el día lo merecía, pedimos cuatro muy típicas a modo degustación: Wittekerke, Kriek boon, Brugse Zot y kwak. Con cierto puntillo de alegría en lo alto (benditas cervezas belgas de 10 y 11 grados) nos ponemos en marcha de nuevo.
Pasamos por Brug, una de las plazas clave de la ciudad. A un lado podéis ver una especie de pasarela grande de forja (sí, esa que no pega absolutamente nada con el resto), pues mi amiga me cuenta que fue hecha por un japonés y que antes estaba rodeada por agua pero lo rellenaron de tierra porque se iba hundiendo poco a poco…curioso. Seguimos por Hoogstraat y pasamos por un bar estética rokabilly ,Charlie Rockets, que de hecho es también Hostal Juvenil y además suele ser el sitio dónde los jóvenes de 15 a 17 años salen, no teníamos muchas más opciones –me cuenta Eline riéndose.
Seguimos recto y llegamos hasta la calle Langestraat dónde supuestamente es tradición decir hola y/o estrechar la mano a toda persona con la que te cruzas. Pero Eline me dice que desde hace unos años ya no se hace. (¡Que pena me dió!)
En menos de diez minutos de recorrido no plantamos en MARKT; preciosísima plaza en el centro de Brujas la cual acoge el ayuntamiento más antiguo de todo Bélgica del s. XIV ,entre otros edificios emblemáticos. Después, atravesamos la calle de compras y llegamos a una exclusiva chocolatería DUMON Stephan. Se nos antoja un chocolate caliente ¡¿por qué no?!. pero no me gusta porque te dan la leche caliente y el bombón de chocolate aparte , entonces tu tienes que mezclarlo y esperar a que se deshaga…el resultado no me sedujo mucho; me quedo con el método tradicional. Eso sí, los bombones, tabletas y de más productos de la tienda se ven muy apetitosos..
Camino hacia la parada del autobús Eline me enseña la mejor heladería de Brujas; Da Vinci , muy conocida en Bélgica.
Éste es el recorrido que hemos seguido:
Los tres puntos verdes de arriba son de izquierda a derecha: Heladería Da Vinci, Chocolatería Dumon y la Casa de la Cerveza.
El punto de abajo es el restaurante/brasería belga Stoepa, recomendación de mi amiga.
Untitled from helena Diaz Palacios on Vimeo.