Una perlita más en la sección de Rincones de Amberes, esta vez del siglo 15-16. Se trata de un callejón medieval con mucho encanto que ha quedado anclado en el tiempo.
Es difícil dar con Vlaeykensgang, el rincón del que os hablo hoy, no solo por la complicación de escibir su nombre en google maps, sinó porque se encuentra recóndito en medio del concurrido centro de Amberes y cerca de la Catedral. Se accede a través de una pequeña puerta en mitad de la calle con un letrero minúsculo. La dirección es: Oude Koornmarkt 16.
El callejón te lleva a distintos patios interiores reconstruidos donde antiguamente trabajaban los zapateros medievales de la ciudad de Amberes. Ellos eran los encargados de hacer sonar las campanas de la Catedral, por ello se situaban cerca de ella. Además, el oficio de zapatero no alcanzaba a producir suficiente dinero para tener un gremio en las casas flamencas de Grote Markt.
En teoría en este escondite vivían los más precarios de la ciudad, pero ahora no es tan sencillo como entonces. Hoy en día está expuesto al público y solo reside un restaurante exclusivo Amberes (Sir Anthony Van Dyck), galerías de arte y tiendas de antigüedades. Si no te alcanza el monedero, siempre quedará un buen paseo perdido entre las enredaderas de las paredes de Vlaeykensgang.
Su arquitectura te transporta en el tiempo, todo está como antes: patios de ladrillo, bancos de madera, lámparas antiguas y puertas auténticas. Dicen que los pomos de las puertas estaban elaborados especialmente para los borrachos ¿Cómo? Sí, era muy usual que los hombres volvieran por la noche borrachos a casa. Para facilitarles la entrada a su propio hogar, los pomos incluían un hueco donde la llave podía deslizarse hacia la cerradura sin esfuerzo, y sin necesidad de puntería.