El verano viene asociado, en el imaginario colectivo, con sol, helados y ¡chapuzones!. Y Bélgica cuenta con distintos lagos naturales donde poder disfrutar de una buena zambullida. Aquí te proponemos algunas opciones para huir de la ciudad y disfrutar de un día de sol refrescándote en el agua.
La mer du nord. No son pocos los que cuando asoma el sol un domingo en Bélgica se levantan pensando en la playa. Ostende quizás sea la opción más popular y la más concurrida para ponerse moreno junto al mar, aunque también existen ciudades como Knokke a las que merece la pena hacer una visita o caminar por su paseo marítimo helado en mano.
Estanque de Boekenberg Park Pudiendo ser denominada la piscina más ecológica del mundo, Boekenberg Park llama la atención por el color verdoso de su agua, debido al reflejo de los árboles de alrededor, y por la falta de químicos en ella. El acceso es fácil desde Amberes, y la entrada es gratuita, aunque el tiempo de baño es limitado ¡no te pases de los 15 minutos!
Bloso Domein Hofstade. Esta reserva natural que se encuentra cerca de Mechelen tiene forma de playa de arena fina de 650 m de longitud situada junto a una arboleda. Se encuentra muy bien acondicionada para todo tipo de bañistas, contando con socorrista. Además si te apetece hacer senderismo o bicicleta puedes aprovechar los caminos que se despliegan desde la playa y que te ayudarán a sumergirte en la riqueza natural de la reserva.
Blaarmeersen. Más allá del centro histórico de Ghent encontrarás este lugar bien frecuentado por familias con niños que se acercan a disfrutar de una tarde tranquila y refrescante. En Blaarmeersen existen desde lugares de acampada hasta barcos de pedales para poder pasar un rato divertido en el agua.
De Ster. A las afueras de Sint Niklaas existe un lago acondicionado como lugar de recreo para todo aquel que quiera pasar a echarse unos largos, ya que cuenta con una zona de 400 metros para ser recorrida a nado. Llama la atención la claridad del agua, que asombra por su cristalinidad.