¡Buenos días, brujos! Como os dije aquí está la parte sobre la presentación en mi facultad. He de decir que el día fue un poco caótico ya que fue una semana después de la presentación general y ese mismo día tenía clase en la otra facultad ya que, aunque no estudie allí, tengo una asignatura de cultura sobre este bello país.
Habíamos quedado a las 14.00 y yo salía de clase a las 12.45 y tenía que ir hasta Ostende, una ciudad a 15 minutos en tren. Afortunadamente logré llegar a tiempo… Pero mis amigos no estaban allí… Entonces leí un mensaje suyo, la facultad no estaba donde creíamos que estaba (a 6 minutos andando desde la estación) sino a 20 minutos en autobús, justo al lado del aeropuerto de Ostende (de hecho se ve desde la universidad), y habían cogido el tren anterior. Aun así, tenía tiempo de sobra… O eso pensaba. Cuando llegué a la dársena del autobús vi que solo salía uno cada hora y ya había salido. Finalmente, gracias a Google Maps (que haríamos sin él) conseguí ver que otro autobús me dejaba relativamente cerca, aunque tenía que andar 12 minutos y llegaría tarde.
Llegue solo 5 minutos tarde. Ya había empezado la presentación, aunque habían intentado esperarme, me preparé para morirme de vergüenza y cuando entré… Solo había 3 personas, el jefe de estudios, mi amigo y otra amiga italiana a la que en ese momento no conocía tanto. Lo primero que hicimos después de presentarnos fue entrar en el impresionante jet privado que tenían en el hangar, allí, el jefe de estudios nos invitó a tomar asiento para hablar un poco sobre lo que íbamos a hacer allí. Una vez nos sentamos nos contó que ese no era un jet privado cualquiera… ¡ERA EL ANTIGUO JET PRIVADO DE LOS REYES DE BÉLGICA! Y allí nos preguntó a cada uno por qué habíamos entrado en la carrera, que nos interesaba de ella y por qué decidimos irnos de Erasmus. Luego, ya que tenemos una asignatura que se basa en hacer un proyecto, repartimos los proyectos en base a nuestras preferencias sin ellos imponernos nada, ¡toma educación personalizada!
Luego nos llevaron a una clase en la que tenían 3 tipos distintos de simuladores, uno de ellos consistía en un programa de realidad virtual realizado por alumnos de la propia universidad. También nos contaron que el objetivo sería que todas las aulas contasen con unas gafas de realidad virtual ya que, de ese modo, los alumnos podrán sumergirse en las partes diseñadas.
También nos enseñaron la sala de profesores, todos en la misma habitación, sin espacios divididos en una sala que no era mayor que cualquiera de las clases que habíamos visto. Por último, fuimos a la sala para los alumnos, mucho más grande que la de profesores con futbolín gratis, diana gratis e incluso una Play Station 4. Ah sí, mientras andábamos por las instalaciones en varias ocasiones pararon al profesor que nos acompañaba para preguntarle cosas ya que nos explicó que no tenía horario para preguntar dudas, simplemente los alumnos iban y le preguntaban por los pasillos ya que se fomenta las relaciones con el profesorado.
En definitiva, creo que es imposible que me arrepienta de mi elección de destino como Erasmus.