Si visitáis o vivís en Lovaina es posible que hayáis visto más de una vez, cerca del castillo de Arenberg, una moderna y peculiar torre acristalada y os hayáis preguntado qué es. Ese edificio no es nada más y nada menos que la sede central del IMEC, siglas que, traducidas al castellano, significan algo así como «Centro inter-universitario de microtecnología«. Este centro es uno de los líderes mundiales en desarrollo de nano y microtecnología. Más de 4000 investigadores de más de 90 países diferentes trabajan allí desarrollando tecnología pionera que cambiará nuestro futuro y forma de vida.
Afortunadamente Flandes, y en concreto Lovaina debido a la destacable actividad de su más importante universidad (KU Leuven), es un lugar ideal para que empresas y centros punteros en tecnología desarrollen sus actividades. La cercanía de estudiantes, profesores e investigadores fomenta las colaboraciones y el desarrollo de proyectos en común. El Gobierno de Flandes se diferencia del resto con un apoyo excepcional a la innovación que hace de esta región una de las más ricas de Europa debido a su importante desarrollo industrial, científico y tecnológico. Y es que en concreto este centro tuvo su origen en 1982, en un programa del Gobierno de Flandes con el objetivo de potenciar la industria electrónica en la región.
El impacto del IMEC es brutal. Centros en Lovaina, Gante, Amberes, Eindhoven, Taiwan, Shanghai, India, California, Florida, Tokio y Osaka. Tiene la categoría de empresa sin ánimo de lucro y centro de investigación independiente pero alcanzó en 2018 unos ingresos de 535 millones de euros. Casi nada. Tomando datos de 2017, fue la segunda entidad en Bélgica (entre empresas, universidades y centros de investigación) con más patentes solicitadas, lo que muestra el claro vínculo con la industria de este centro.
En Lovaina, además de su cede central, el IMEC tiene su mayor complejo de laboratorios. Entre todos ellos destaca la impresionante y única en el mundo sala blanca de 12000 metros cuadrados. ¿Qué es esto? Básicamente unas salas prácticamente cero contaminadas, sin partículas, sin polvo, con condiciones ambientales totalmente controladas. ¿Y por qué se necesitan? Porque para fabricar chips a nivel microscópico cualquier minúscula mota de polvo puede ser tan grande como la mitad de un chip electrónico. Así que imaginad lo importante que estas salas son. ¿El problema? Una sala blanca para fabricar la última tecnología en micro y nano chips es increíblemente cara (números en los cuáles perdemos la cuenta de los ceros a añadir). Y las máquinas para la fabricación… ni os cuento. Podéis ya daros cuenta del motivo por el cuál digo que este centro es puntero a nivel mundial. Me parece una auténtica pasada los recursos que tienen.
Entre la tecnología desarrollada en el IMEC se encuentran nano dispositivos para detectar células cancerígenas, el desarrollo de tecnología para aprovechar con mucha mayor eficiencia las fuentes de energía renovables, software para vehículos autónomos y cualquier cosa que os podáis imaginar (y millones de cosas que ni siquiera podemos imaginar…). ¿Por qué hablo tanto de este centro? Pues porque quiero destacarlo como una increíble fuente de oportunidades para aquellos de vosotros con un perfil tecnológico que queráis desarrollar vuestra carrera o aprender en algunos de estos campos. Hay muchas oportunidades y son accesibles. Son accesibles porque yo he conseguido estar allí haciendo el Trabajo de Fin de Máster, tras mandar un email al ver un proyecto que me interesaba en su página web y hacer una entrevista. No os asustéis por ser Erasmus, si le echáis motivación y sois honrados podéis encontrar allí proyectos muy chulos de los que formar parte.
Todo lo que he contado son cosas que podéis encontrar en la web porque como comprenderéis no me la juego a irme de la lengua. Pero sí que os puedo decir que en mi caso trabajo con ultrasonidos, un campo que es excepcionalmente interesante tanto para aplicaciones médicas como para electrónica de consumo. Hoy os ha tocado un poco de cultura tecnológica, que para algo estoy acabando (por fin) mis estudios de ingeniería.
Soy Víctor Labián Carro y a partir de mediados de septiembre estaré 10 meses viviendo en Lovaina y estudiando en KU Leuven. Estoy seguro de que será una experiencia única en la vida, de esas en las que te gustaría recoger tus vivencias en un librito de viajes, en el que el que colocas con mimo esas fotos de lugares, comidas, amigos… Pero ¿por qué no aportar a ese libro un valor adicional y que no sea únicamente una fuente de nostalgia que intensifique nuestros recuerdos? ¿Y si es de utilidad compartir esas experiencias con futuros estudiantes Erasmus de Lovaina? Pues sí, lo es y mucho, porque he de reconocer que todos los consejos, opiniones y vivencias de estudiantes en Lovaina me han ayudado en gran medida a planificar este viaje, o, al menos, esas cosas que puedes tratar de planificar en una aventura tan mágica por desconocida e impredecible. Ya no utilizamos plumas ni pegamos fotos con pegamento, pero sí que subimos a internet fotos y videos y escribimos en blogs. Es ahí donde aparece la iniciativa de ser Corresponsal Erasmus en Flandes, donde encuentro la forma de compartir ese libro aún por escribir o, mejor dicho, de aportar algo de valor a ese libro que entre todos estamos escribiendo.
1 comentarios
¡Hola! Probablemente el inglés, pero depende del puesto y siempre es mejor preguntarlo directamente a IMEC. En esta página publican sus vacantes (en inglés): https://www.imec.be/nl/je-carriere-bij-imec/vacatures ¡Suerte y saludos!