Quizás me he emocionado un poco al decir “siempre”, probablemente soy la única que se olvidó de meter 875 cosas diferentes… Pero bueno al menos ahora puedo hablar con un poquito de experiencia del tema.
Baño…
Sin duda alguna este fue el lugar que se me quedó más incompleto… He llegado a la conclusión de que si piensas en la maleta del Erasmus como una maleta de un viaje cualquiera, acabarás olvidando muchísimas cosas. Por ejemplo, aunque ahora tus piececitos no salgan nunca de los calcetines llegará un día que empiece a hacer buen tiempo y te arrepentirás de no haber metido una lima, unas tijeras pequeñitas y unos cuantos pintauñas.
Pues la maleta del Erasmus, se debe plantear como una pequeña mudanza, y no solo debes llevar aquello que usas todos los días, sino también aquellas cositas que toda casa tiene y aunque no uses más que una o dos veces al mes, siempre acabarán haciendo falta…
Y esto me lleva a mi siguiente gran olvidado, medicinas y curitas… (tiritas, pomadas, termómetro…) son cositas que no ocupan mucho espacio y nos harán ahorrarnos unos eurillos y la pereza de salir en mitad de la noche a buscar una farmacia de guardia porque el dolor de tripa no nos deja dormir…
Puede parecer una tontería, pero que se te gaste tu “rimmel” favorito y no encuentres ni una tienda que lo venda puede ser toda una desgracia… Por eso, no solo recomiendo llevarnos nuestro maquillaje favorito, sino añadir a la bolsa varios recambios, por si acaso.
Pasatiempos…
Siempre pensamos que el erasmus va a ser un no parar de fiestas y viajes… Y lo es, no me toméis mal. Pero también es un tiempo en el que te encontrarás muchos ratos a solas contigo mismo, y no está nunca de más tener algo para matar el tiempo.
Un par de tus libros favoritos, un cuaderno para pintar y una cajita de acuarelas, unas cartas, un pequeño rompecabezas… Cosas entretenidas y cosas que nos ayuden a sentirnos como en casa…
Decoración par la habitación…
Hablando de sentirnos como en casa, llegar a la habitación de la residencia y verla toda vacía impresiona un poco, tengo que reconocerlo… Por ello, me parece una estupenda idea meter en la maleta unas cuantas fotos con tu familia y amigos, la bandera de tu equipo favorito o ese poster de Michael Jackson que siempre te saca una sonrisa.
Ropa…
Supongo que todos habréis metido ya un porron de ropa, pero yo os recomiendo que os acordéis de esas cositas diferentes que os harán falta. Como por ejemplo, un bañador… Uno nunca sabe cuando puede surgir una romántica cita en un jacuzzi. O ropa de deporte por si te animas a unirte al gimnasio, unos guantes para montar en bici los días de frío, o un chubasquero enorme para los días de lluvia… ¡Ahhh, y unas gafas de sol para cuando llegue el ansiado buen tiempo!
¡OJO!
Por último, fijaros muy bien en las condiciones de vuestra habitación, no vaya a ser que no incluyan cosas que pensáis que sí. Como por ejemplo: toallas, sabanas, almohada, colchón, cafetera… Nadie quiere llegar después de todo un día de aviones y trenes y tener que dormir en un somier vacío!!
Mi nombre es Luna, tengo 20 años y vivo en Madrid. En general soy una apasionada de la vida, de los viajes, el arte, la música, el baile, el surf, el mar, la escalada… todo lo que suponga una aventura para mí siempre será un SÍ.
Este semestre mi aventura comienza fuerte: me he mudado a Brujas ¡La ciudad de ensueño! Y aunque apenas lleve aquí una semana, os puedo asegurar que así es. Todas las calles están bañadas de un aura especial, casi mágica.
Recuerdo una de las primeras noches aquí, entre las vacaciones y la lluvia las calles estaban vacías. Paseando a la luz de las farolas, sentí como si me transportara a otra era… Los suelos empedrados, el musgo creciendo por las paredes de una gran iglesia gótica, cuyas vidrieras relucían con luz propia. Todo parecía salido de un precioso y enigmático cuento medieval.