Todos imaginamos cómo puede ser una experiencia antes de vivirla, pero estoy segura de que hasta la más imaginativa de las personas nunca habría combinado Erasmus con una pandemia mundial. Sin embargo, así ha sido para muchos de nosotros, el desenlace para los estudiantes en pleno erasmus es tan variado que empezaré por compartir mi propia experiencia.
Como sabéis bien, mi destino erasmus es la ciudad de Bruselas, una ciudad muy viva y enérgica que últimamente ha estado más relajada y solitaria que nunca. Es cierto que al principio la incertidumbre te recorre todo el cuerpo y se convierte en una compañera inseparable ante una situación tan difícil como la que el mundo está afrontando estas últimas semanas, pero hay otras muchas sensaciones que siempre consiguen hacerse un hueco y reconfortar:
La compañía en estos momentos es algo crucial, aunque se guarden las distancias, al vivir en una residencia de estudiantes es una muy buena sensación la de saber que no eres el único pasando por esta situación. ¡Y el buen ambiente entre nosotros hace mucho más fácil todo! La solidaridad aflora como la primavera de la que tendríamos que estar disfrutando. Así que en vez de disfrutar de las flores (los alérgicos damos gracias, en parte), estamos disfrutando de una primavera en la que apreciar los pequeños detalles de otros hacia nosotros.
Bueno, pero aun así seguimos siendo estudiantes. ¿Qué hay de la universidad? La Universidad de Ku Leuven de Bruselas respondió rápidamente a los alumnos con mensajes tranquilizadores sobre el incierto futuro de lo que queda de cuatrimestre. Y aunque aún haya algunas cosas en el aire, parece que poco a poco todo va siendo resuelto. Las clases siguen su curso, aunque sea algo raro adaptarse a una docencia online. Y los exámenes, bueno, nadie quiere pensar en los exámenes.
Es verdad que el segundo cuatrimestre es el cuatrimestre perfecto para viajar, y más cuando el sol ha querido hacerse notar durante la mayor parte de esta cuarentena en Bruselas, pero en lugar de lamentarse por ello, hay otras muchas cosas a las que hemos podido tener acceso: museos virtuales, conciertos en directo de festivales mundialmente conocidos…
Con tanto tiempo libre es momento de invertirlo en todo tipo de actividades, salir a tu terraza si tienes y disfrutar del sol y un poco de yoga o ejercicio, descubrir música local, leer ese libro que hacía meses que tenías a medio, ponerte al día con los trabajos de la universidad, ordenar las fotos de tu móvil, descubrir algún talento oculto…
Lo importante es tener claro que no todo está perdido, y que, aunque lo «normal» hasta ahora era una experiencia distinta, eso no quiere decir que lo que estamos viviendo ahora es peor, es simplemente distinto, y además podremos contar entre miles de experiencias que aún podremos vivir como estudiantes erasmus que, entre todo, superamos una pandemia mundial, quedándonos en casa y descubriendo nuestro lugar de destino al puro estilo del siglo XXI.
¡Desde aquí mando mucho ánimo a todos los estudiantes de Bruselas y Bélgica! ¡Ya queda menos! Las calles de esta preciosa capital están deseosas de volvernos a ver.
Mi nombre es Fuensanta y durante los próximos meses tendré el placer de compartir mi estancia en Bruselas. Aunque llegara en septiembre, os adelanto que, a pesar de estar cinco meses aquí puedo asegurar una cosa: ¡aún queda mucho por ver! Revelaros todos y cada uno de los secretos y sorpresas que esconde la ciudad será el objetivo principal de cada publicación. Descubriremos historia, leyendas, arte, ocio, música y todo lo que un futuro estudiante erasmus necesite conocer antes de empezar esta gran experiencia.