La relación de los humanos con las plantas esconde numerosas curiosidades. Y es que estos apacibles seres saben más que nosotros. Al fin y al cabo, tienen muchos más años de vida. Son, en cierto modo, como nuestros abuelos y sus antiguas «batallitas».
Por eso y por muchas razones más, te invito a visitar el Jardín Botánico de la Universidad de Gante. Encontrar un lugar de 27.500 metros cuadrados con más de 10.000 especies de plantas divididas en invernaderos tropicales y subtropicales no es tarea fácil. Además, no querrás que los 220 años de historia del jardín queden difuminados en el aire del presente.
Flores, plantas acuáticas, comestibles, carnívoras, hierbas medicinales y muchas más. También, un jardín exterior en el que hay un arboreto, un jardín de rocas y un jardín mediterráneo. Al caminar por cualquier parte del jardín, te puedes encontrar con lo que bien podría ser uno de los invernaderos de Hogwarts, pero lejos de toparte con plantas que gritan y molestan, lo que experimentarás es una sensación de calma absoluta. El Jardín Botánico es un lugar en el que muchos estudian, dan paseos y se relajan después de un duro día.
Una visita al Jardín Botánico de la UGent es una experiencia que activará todos tus sentidos. O quizá, los desactivará al completo.
En el caso de que queráis información más concreta sobre este mágico lugar, aquí os la dejo.
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Os invito a este extraño lugar. Aunque las visitas no son frecuentes, haremos de esta ocasión la excepción que confirma la regla. Bienvenidos a mi cabeza.
Seguidme, os llevaré a un sitio muy especial. Normalmente, tras esta puerta pintada de colores, uno puede toparse con espaguetis flotantes, junglas de pingüinos o ciudades invisibles… A decir verdad, la mayoría de las veces, ni siquiera yo mismo estoy seguro de lo que me espera al girar el pomo. De todas formas, hoy podéis estar tranquilos. Hoy sí sé lo que hay al otro lado:
Al otro lado está Gante. Y sus calles adoquinadas, clones en bici, música abstracta, dinosaurios, idiomas alienígenas, hechizos y, dentro de esta normalidad, infinidad de locuras.
Lo más seguro es que si os dejase sueltos por este lugar, acabaríais majaras. Como no queremos eso, os lo voy a enseñar poco a poco, durante cinco meses.