Identificamos a los Médicis como aqulla familia que marcó una época en Florencia. Pues bien, en términos similares y en años parejos al otro lado de Europa, hacía mitad del Siglo XVI surgió en Amberes una familia de igual importancia.
La saga familiar Plantin-Moretus comienzan, como no podía ser de otra forma, con un matrimonio. Jan Moretus consiguió los favores de una de las damas más solicitadas de la sociedad Amberina, Martina Plantin, la segunda hija del escritor y publicista Cristobal Plantin, no solo se caso con su hija sino que se ganó la confianza de su suegro.
El patriarca de la Familia “Cristobal Plantino” educa a sus hijas para que también sean parte del negocio y de la administración. A su yerno, Jan Moretus le enseña toda la organización de la empresa. Al igual que los Médici esta familia se convierte en poderosa y envidiada, su fortuna crece y sus enemigos también. Surgen tramas oscuras para hacerse con el poder. Cristobal Plantino tiene una red de extorsionistas para encargarse de que sus deudores paguen lo que les corresponde.
A las puertas de su casa se congregaron morosos y competidores que llegaron a amotinarse y requirieron que Cristobal Plantino invirtiera grandes sumas de dinero en las tropas españolas para proteger su imprenta. Gracias a su enorme prestigio Felipe II concedió a esta Imprenta permiso para imprimir libros religiosos durante la Contrareforma.
Al igual que los Médicis fueron mecenas de las artes en Florencia, los Moretus fueron los impulsores del pensamiento humanista en Europa. El pensador flamenco Justus Lipsius, amigo de la familia, es su fuente de inspiración en el pensamiento estoico. Entre sus obras más importantes se pueden encontrar el De Constantia de Justus Lipsius y la Biblia Políglota de Amberes.