¡Hola hola, queridos bloggeros!
Poco a poco parece que vamos llenando la mochila de experiencias y tradición flamenca, se me llena la boca cada vez que me preguntan por qué elegí Amberes como destino Erasmus. Es fascinante la cantidad de oportunidades que ofrece esta ciudad a nivel cultural, hasta ahora he disfrutado de eventos musicales y de cine, visitado rinconcitos que ni imaginé que podrían estar por aquí escondidos, recorrido las calles principales una y otra vez para encontrar el pub más inusual y, sobretodo, he aprovechado el tiempo al máximo.
Pero a veces hay que hablar también de la otra cara de la moneda, y bien amigos, ¿Es una ciudad práctica? Es decir, ¿Amberes nos hace la vida más fácil para llevar el día a día? La respuesta es, sin ninguna duda, sí.
Esta mañana me levanté con antojo de compritis, así define mi madre esa sensación consumista de tener algo nuevo que ponerse, un par de cojines que decoren la habitación de tu residencia, o incluso estrenar sartén antiadherente. No importa que llevarse en la bolsa, lo importante es llegar a casa y que huela a recién estrenado. ¿Os suena de algo?
Y así pues hoy os vengo a hablar de la calle de las tiendas, o como prefiero llamarlo yo, El paseo de la fama.
Leysstraat y Meir, recordad bien los nombres, porque vais a acudir a este lugar para adquirir, literalmente, cualquier cosa. Se trata de dos calles que conectan la plaza y la parada de metro de la Opera con la estación Meirburg. Si nos ceñimos a la distancia de un punto a otro, no tardas más de 15 minutos andando. Os reto a intentarlo, pero lo pongo en duda, amigos, hay que resistirse mucho para no hacer paradas en cada escaparate, o entrar a algún establecmiento porque seguro que algo ‘’necesitamos’’.
Podemos encontrar millones de tiendas de ropa, con marcas como Zara, Nike, H&M, Guess, Jack & Jones, JD Sports, Bershka y Snipes… A este elenco le sumamos un gran punto de venta textil, El Primark. Se encuentra justo a medio camino y es bastante grande, podemos encontrar de todo: ropa, accesorios, juegos de cama y almohadas, decoración para el hogar…lo que queráis. Por si fuera poco, está a muy buen precio y es realmente útil para hacer compras generales. Al principio de la calle Meir hay también un centro comercial, donde además de encontrar un montón de joyerías y pastelerías, cuenta con una techo espectacular y lleno de paraguas de colores. La verdad es que merece la pena visitarlo aunque no vayáis a adquirir nada.
En la parte inferior de este centro encontraréis las tres pilares fundamentales de la vida de un estudiante:
- El Kruidvat, cadena de venta de cosméticos y productos de salud y belleza a buenos precios.
- El Delhaize, un store de origen holandés muy similar al Carrefour, es verdad que con algunos productos es más caro que otros supermercados, pero está muy bien porque no solo ofrecen alimentos, sino también productos de limpieza, higiene y papelería.
- Y por último, El Action, creedme si os digo que os solucionará el 50% de las compras. La vajilla y menaje de cocina para los primeros meses de llegada, los accesorios del hogar imprescindibles como toallas, papeleras o perchas para la ropa, bolígrafos, cuadernos y demás material escolar y cualquier electrodoméstico que vayáis a necesitar, como por ejemplo una simple batidora o la báscula para pesarse (Importante para calcular los excesos en las maletas si queréis viajar). Aquí podéis encontrar de todo, y con precios realmente bajos. También hay una sección de comida pero restringe a procesados, chucherías y bebidas al por mayor, así que no es muy recomendable.
Sin duda esta calle es el paraíso del consumismo, pero para añadirle una guinda al pastel, podremos hacer paraditas a lo largo del recorrido en terrazas icónicas, como la del restaurante Hawaii Poke Bowl que tiene mesitas en forma de seta y donde podréis comer ensaladas mixtas o veggie. También existe un Subway, Mcdonald’s y Burger King, por si preferís coger algo para llevar y seguir con vuestras compras.
Aquí os dejo un pequeño report del trayecto, espero que lo disfrutéis y, especialmente, que os sea útil cuando lleguéis a la ciudad. La conclusión es, pues, que Amberes no nos pone las cosas difíciles, tan pronto encuentras lugares de ocio cultural, como espacios donde converge el mercado y los precios no nos dejan con el bolsillo tiritando. Así que, si te apetece disfrutar de este coctail molotov de oportunidades, no dudes en responder al post y desde aquí te echamos una mano para culminar con una buena decisión!
Un saludo y feliz día!
Mi nombre es Eva Herrero y soy la nueva corresponsal Erasmus para las ciudades de Amberes y Lovaina. ¡Estudio cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Salamanca y estoy muy contenta de poder compartir de hoy en adelante todas mis experiencias con vosotros!
Solo llevo aquí un día, pero me ha bastado para comprender que Bélgica es el país de las bicicletas, la ciudad está repleta de ciclistas y las calles están perfectamente acondicionadas, aunque el caos entre transeúntes a veces resulte inevitable.