Cuando recibimos ese correo decisivo de Erasmus en el que finalmente sabemos el país de nuestro futuro hogar, nos emocionamos. Miramos fijamente las letras que forman el nombre de nuestro lugar elegido y nos imaginamos mil historias por vivir. Es una emoción un poco irracional, pero es inevitable.
En mi caso, empecé a buscar fotos como loca de cada calle, cada parque y cada gofre de Bruselas; y así estuve durante meses mientras rellenaba todos los documentos que me pedían desde la universidad. Para finales de abril, yo ya me había organizado un planning completo de qué ver durante toda mi estancia, con los lugares imprescindibles donde comer incluidos. Esta tranquila burbuja aventurera tambaleó un poco cuando me di cuenta de que sabía todo, menos dónde iba a vivir.
Pánico.
¿Pánico?
Realmente lo único de lo que hay que preocuparse es de empezar a buscar más o menos con tiempo, sobre todo para evitar agobiarnos en exceso. Por lo demás, podemos calmarnos porque al tratarse de Bruselas, hay una oferta muy grande de alojamientos. Podríamos hacer tres grandes grupos: las residencias, los «kot» (eliges una habitación dentro de un piso a compartir) y los «colloc» (eliges un piso a compartir entre varias personas).
En este blog se ha hablado mucho de webs útiles donde encontrar alojamiento, así que en esta tabla os dejo un pequeño resumen de algunas de estas páginas, que son las que la universidad me recomendó:
Sin embargo, lo que hoy me ha traído aquí es especialmente el tema de residencias en Bruselas. Entre otras, las residencias en las que es posible alojarse son:
Es justamente de esta última de la que os vengo a hablar. Para cuando comencé a buscar, mi universidad (Université Saint-Louis – Bruxelles) me había mandado información sobre la residencia que ofrece para sus estudiantes: Ommegang. Por lo tanto, antes de nada hay que señalar que se trata de una residencia solo para los estudiantes de esta universidad.
Si pincháis aquí, encontraréis mucha información útil como las habitaciones por dentro, las cocinas compartidas, precios… así como otras recomendaciones de alojamientos de la universidad. Dado que todo eso ya lo podéis conseguir en ese enlace, hoy quería hablaros un poco de cómo es Ommegang por dentro: el ambiente, salas comunes… Pues bien, una maravilla.
La residencia está situada en el distrito central de Bruselas, lo que significa que se encuentra en el centro exacto de la ciudad. De hecho, desde que sales de la habitación hasta que llegas al corazón de la Grand-Place se tardan ocho minutos, más o menos. Esto es muy útil y ante todo, muy cómodo, no solamente para poder hacer turismo sin apenas moverte, sino también para poder moverte por el transporte público, encontrar tiendas de grandes cadenas comerciales o más pequeñas, etc.
Sin embargo, por encima de todo quiero destacar el gran ambiente universitario que hay; aunque más que universitario, familiar. Es salir de tu habitación, ir a la cocina, encontrarte con alguien que no conocías y acabar hablando durante horas entre estanterías llenas de galletas y botellas de aceite de oliva.
Lo mejor es que no me estoy refiriendo únicamente a hablar con personas de tu misma nacionalidad, sino con prácticamente el mundo entero. En el desayuno puedes aprender cuáles son los típicos dulces polacos en Navidad, merendar hablando con un alemán sobre sus festivales, comer con italianos y darte cuenta de que llevas haciendo mal la salsa carbonara toda la vida, volver a merendar hablando con otros españoles sobre cada región, y cenar con franceses y belgas sobre el francés y el flamenco.
Pasarte un solo día aquí es como hacerle un gran regalo a tu curiosidad, y esos son de los mejores regalos que hay.
¿Tienes cualquier plan en mente? Simplemente dilo mientras comes en la sala común, y acabarás haciendo la digestión hablando con cinco personas más que también quieren ir. No se debe solamente a que hay buen ambiente entre los estudiantes, es que la residencia se presta a ello; la sala común cuenta con grandes ventanales a lo largo de toda la pared que hacen imposible evitar quedarse hablando un ratito más, sea en el idioma que sea, mientras es posible ver la Grand-Place y la catedral de Bruselas.
Y la terraza. Simplemente la terraza. Ver el atardecer cada día comiendo algo mientras colocamos las sillas como si de una película se tratase, se ha convertido en el hábito que no quiero perder nunca.
Sentir esa emoción irracional de descubrir tu próximo hogar no es solo inevitable, sino necesario. Pese a todo, también hay que saber llegar a ese sentimiento post-emoción irracional, o como comúnmente se le conoce: buscar alojamiento.
¡Nos leemos pronto!
Me llamo Marina Carrasco Valero, estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual, y este primer cuatrimestre voy a ser vuestra corresponsal Erasmus en Bruselas. Durante los próximos cinco meses, voy a ser la pequeña puerta que os lleve a tocar, paladear, ver (aunque con un poco de miopía), oler y oír Bruselas. Juntos vamos a descubrir sus secretos, exhibiciones, conciertos, festivales…
8 comentarios
J’ai la meme emotion que you. Tres practique et motivan ton article
Merci beaucoup! Je comprends l’émotion, Bruxelles a cet je-ne-sais quoi😍
Buenas noches, estamos buscando habitación para mí hijo que en septiembre irá a la universidad de Saint Louis y hemos mirado la residencia que comentas, pero veo que pone que el contrato es para todo el año. El solo va para un cuatrimestre, sabes si hay opción de coger solo para 4 ó 5 meses?
¡Buenas tardes! Deberías ponerte en contacto con el alojamiento, para que te puedan especificar mejor las condiciones y resolver tus dudas. ¡Mucha suerte! Más información sobre alojamientos en Flandes: https://www.erasmusenflandes.com/alojamiento/
Buenas tardes:
La residencia facilita las sábanas y toallas o me las tengo que buscar por mi cuenta?
Gracias, saludos
Hola Maria! Mejor pregúntalo directamente a la residencia en cuestión. ¡Feliz estancia en Bruselas!
Hola, sabes si la residencia tiene lavadoras?
He buscado en fotos de internet y no me sale nada
Hola: Mejor contactar directamente con la residencia para obtener los detalles sobre los servicios que actualmente ofrecen. ¡Un cordial saludo!