En Amberes hay muchos parques y la mayoría pasan desapercibidos por mucha gente que sólo se fija en los más famosos. Hoy os quiero enseñar tres parques que he visitado lo cuales no son muy conocidos pero vale la pena visitar.
El primer parque del que os quiero hablar es el de Harmonie. Está situado en la calle Kon. Elisabethlei n.4. Es muy pequeño, supongo que por eso no es muy conocido, pero me parece muy acogedor. Está frecuentado por familias y hay unas construcciones para que jueguen lxs niñxs. En el mismo parque, se encuentra un edificio blanco, restaurado hace poco. Creo que es el parque perfecto para comer algo tranquilamente con amigos o para estar sola y desconectar cuando no te apetezca todo el ruido y ajetreo de la ciudad.
El segundo es el parque de Koning Albert. Está justo al lado que el anterior por lo que también es un parque tranquilo pero es más grande y más frecuentado por jóvenes. Es muy bonito. Tiene un pequeño estanque y un ‘quiosco de música’ para refugiarte de la lluvia si lo necesitas o para admirarlo simplemente. Me pareció que tenía un ambiente un tanto bohemio y me encantó. Tanto este como el de Harmonie están al lado de una parada de tram, muy conveniente.
Y el tercero que os quiero mostrar es el de Droogdokken. Está situado en el norte de ciudad, en Eilandje, justo al lado del río. Es bastante extenso y hay muchos bancos para sentarte e incluso estirarte un poco viendo el río. También hay mucho sitio para jugar o hacer deporte o un picnic. Está un poco alejado pero vale la pena y si vas a ver el atardecer, te van a salir unas fotos increíbles.
Espero que os haya gustado.
¡Hasta pronto, bonitxs!
Carla Junyent
¡Buenas! Mi nombre es Carla Junyent, tengo diecinueve años y vengo de una pequeña ciudad cerca de Barcelona, llamada Igualada. Estudio Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona y a partir de ahora empieza la mayor aventura de mi vida. ¡Empieza mi Erasmus en Flandes!
Mis principales aficiones son la música en todas sus formas, el teatro y viajar. Durante años asistí a clases de canto y de interpretación, y ahora canto en un coro de mi ciudad. Hablo catalán, castellano e inglés, y estoy deseando aprender algunas palabras de neerlandés y francés. Siempre que he podido, me he escapado para poder hacer un pequeño viaje o alguna ‘aventurilla’. Por eso, cuando se me presentó la oportunidad de hacer un Erasmus, no lo dudé por un momento.
Al principio, no sabía mucho de Bélgica, pero había oído hablar muy bien de ella, de su cultura, arquitectura, de sus bicis… Me empecé a interesar por esta opción de Erasmus y supe que tenía que hacerlo. Y ahora, ¡aquí estoy!