¡Buenas tardes lectores!🌅
Como podéis intuir si habéis seguido mis andanzas e historietas, llevo en la maravillosa Gante alrededor de un mes, en el que he descubierto muchos tesoros escondidos y no tan escondidos, y una ínfima parte de los mismos en comparación con todas las oportunidades que brinda este 🌟hechicero🌟 destino.
Pero sin duda, hay una cosa que captó mi atención desde el primer momento en el que pisé la ciudad.
Casi 30 días, unas 720 horas, 43.200 minutos y 2.592.000 segundos⏳ en los que se han cruzado en mi camino unos 10 coches🚗 y unas 845731837 bicicletas🚲, las cuales a veces he saludado con una sonrisa, aunque con la mascarilla no hay dentadura que regalar, y otras he esquivado o incluso frenado, una que es despistada y casi acaba afeitada.
Y no he podido evitar preguntarme, ¿por qué Gante está poseída por el espíritu de la bicicleta errante?👻 Si queréis saberlo, ¡quedaros a resolver el misterio! 🔍
El principal motivo por el cual se conoce a la metrópoli flamenca como la ciudad de las bicicletas a nivel internacional, es debido a la cantidad de estudiantes que vivimos aquí, siendo los habitantes de Gante universitarios 50.000 de sus 250.000 totales. Muchos de ellos, deciden alquilar su vehículo de dos ruedas por todo un año por tan sólo 60€, que además de ser de lo más económico, hay que reconocer que tiene su encanto pedalear a lo largo de Korenmarkt o el East District escuchando el rumor de la ciudad o pegarte algún que otro castañazo🌰 del que salimos ilesos pero bien de recuerdos.
Además, es el gran deporte de la región, por lo que nuestro querido velocípedo lleva tras de sí una tradición de lo más remota con grandísimas figuras como Eddy Merckx o Rik Van Looy.
La ciudad está completamente adaptada a las bicicletas, llegando estas a tener normas específicas que las benefician y dan prioridad a las mismas por delante de los coches, los cuales casi no tienen acceso al centro de la ciudad. Esto significa, si sois de ciudades grandes lo deduciréis con rapidez, que todo Gante goza de un aire y cielo limpios de humo🌿, por lo que a la vez que apostamos por la seguridad, comodidad y rapidez de las bicicletas, hacemos un gran favor a la naturaleza y ambiente del cálido lugar que nos acoge.
Otro gran punto de esta leyenda viva, son las extraordinarias rutas que se han organizado alrededor de toda la ciudad, recorriendo cada palmo de ella y sintiéndote en la auténtica Edad Media. Algunas de las más famosas y recomendadas son la Ruta de los Castillos🏰, en la cual descubrirás estas magníficas moradas a las orillas del Escalda, la Ruta de la Región del Río Lys🌻, con la que recorrer los pueblecitos al verdadero estilo Hansel y Gretel, o la Ruta Rural🏔, que te llevará a los deliciosos paisajes llenos de vida.
La verdad amigos es que pensándolo bien, y observando todo lo bueno que los pedales y manillares han traído a este escondrijo belga, puede que no nos encontremos ante una macabra historia de posesión, si no una sincera historia de amor😍 que sigue viva hasta nuestros días y que nosotros mismos perpetuamos.
Aquí os dejo algunos lugares en los que podréis encontrar vuestro medio de transporte, como por ejemplo, Gent Centrum, Gent Dampoort, Donkey Republic, Gent Sint-Pieters…
Espero que os animéis a disfrutar de un buen paseo en bicicleta cuando vengáis a visitarnos y que, con un poco de suerte, no os encontréis con esta corresponsal torpe que os hará perder la cabeza🤪 y las dos ruedas🚲, pero nunca la curiosidad.
¿Preparado para pedalearte la única ciudad del mundo con más bicicletas que ciclistas?
Un abrazo,
Rosa Bleda💛
¡Hola a todos! Mi nombre es Rosa Bleda y soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, aunque realmente no soy madrileña sino manchega, de un pequeño pueblo llamado Hellín. Entre mis cosas favoritas en el mundo están el arte (pertenezco a un grupo de investigación en la UCM), el cine, la música, el gusto por la comida y sobre todo leer, me encanta que me cuenten historias, sin embargo no niego que algún día quisiera contarlas yo.
Mi sueño es ser comunicadora y trabajar en televisión, pero eso no significa que no aspire a más cosas en la vida, ya que el poder dirigir una película, escribir en un periódico o comisionar una exposición artística me resulta bastante tentador. También la idea de doblar algún personaje en un futuro o interpretar una obra de teatro, como La Casa de Bernarda Alba o La dama del alba, y eso que no me llamo Alba.
El motivo por el que elegí Bélgica como país de destino Erasmus, es que siempre me he sentido muy atraída por dicho país y su cultura, uno de mis pintores y comidas favoritas son procedentes de ese mágico lugar, cómo no Magritte y los gofres, combinación majestuosa donde las haya. Pero ojo, que no me olvido de las famosísimas y más que aclamadas patatas fritas, otro de mis favoritos en mi menú personal, aunque también quiero lanzarme a probar todo tipo de plato típico ya que mi sueño frustrado siempre será el ser crítica gastronómica (Ratatouille tiene gran culpa de ello).
Dicho esto, toca desvelar cuál es la ciudad a la que me dirijo a partir de Septiembre de 2020, y que me acogerá hasta que llegue la Navidad y toque volver a casa como el turrón. Mi destino Erasmus es Gante, esa pequeña ciudad portuaria que en tiempos de juglares era la reina de Europa. Seré sincera, tengo muchísimas expectativas en ella, y no es para menos la verdad.