El Halloween no solo se celebra a lo grande en Estados Unidos, Bélgica durante todo el mes de octubre se viste de fantasmas, calabazas animadas y brujas. Las ciudades grandes, e incluso las más pequeñas, tienen su desfile el día 31 de octubre. Las tiendas locales, los bares y los restaurantes visten sus escaparates de monstruosas decoraciones en tonos naranjas y negros. Y caminando por las calles de cualquier ciudad se pueden entrever en las casas, guirnaldas, telarañas falsas y calabazas.
En muchos países se ha ido popularizando esta festividad con los años, pero en Bélgica se lleva celebrando desde hace mucho tiempo y se ha mantenido viva hasta día de hoy. Así que, en Flandes, el mes de octubre es un muy buen mes para comprar pasteles y chocolates temáticos en chocolaterías y pastelerías de ciudades como Brujas, que además de estar riquísimos, son productos exclusivos de esta espeluznante época del año. Si eres una persona golosa, te recomiendo que además visites las tiendas de golosinas (es alucinante la gran diversidad de caramelos temáticos que te puedes llegar a encontrar).
Las tiendas de disfraces también tienen un papel decisivo en octubre. La mayoría de los trajes que se pueden ver en sus escaparates son atuendos con aspecto aterrador y fantasmal. Los disfraces de vampiro son los más famosos en Flandes durante Halloween.
Bélgica tiene algunas creencias y pensamientos tradicionales con respecto a esta celebración. Por ejemplo, su forma tradicional de celebrar la noche de Halloween es encender velas en memoria de familiares y seres queridos muertos.
La noche de truco o trato también se incluye en la agenda de actividades de los niños belgas, los cuales van llamando puerta a puerta disfrazados, en busca de caramelos.
Este año, debido a la pandemia, probablemente muchas de las actividades de Halloween que se iban a celebrar se van a anular, pero yo por si acaso, ya tengo mis caramelos preparados.
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.
2 comentarios
Que divertido!! Me encantaria pasar un halloween en Brujas
Pues ya sabes… ¡El año que viene!