¡Buenas y espeluznantes noches! Se acerca la hora de los monstruos. Espero que estéis todos listos y vestidos con vuestras mejores y peores galas para disfrutar de una noche de lo más tenebrosa.
Cada año el 31 de Octubre se celebra la fiesta más terrorífica del año también en toda Bélgica, cierto es que depende un poco del destino que escojas, la cultura quedará más o menos influenciada por la pesadilla americana en la noche de todos Los Santos. El mito del «truco o trato» sigue en boca de cualquier niño en la comunidad flamenca, dónde los más pequeños salen a pedir caramelos de casa en casa. Parece que este año no podremos disfrutar de esta bonita tradición, pero siempre podemos zampar unas chucherías bajo la luz de las velas de una calabaza con la familia y acompañarlo con una fantástica película de miedo.
En otros pueblos pequeños hay costumbre de organizar un recorrido al estilo tour en el que puedes entrar en casas y locales ambientados en horror movies (Las clásicas películas de miedo), las personas se disfrazan con caretas y luces de colores que van asustando a todo aquel que se atreva a recorrer el trayecto de principio a fin. Aunque siempre merece mucho la pena llegar a una recompensa de tarta de calabaza, gominolas caseras o unas magdalenas adornadas con arañas y ojos. Cada uno le pone el toque de drama que le interese.
Lo que todos sabemos es que se trata de una noche especial, y que aunque no estemos en las mejores condiciones podemos disfrutarla, tomarnos unos gin tonics en honor a los años que si pudimos celebrarlo e iniciarnos en el mundo de la cocina con unos piscolabis de diseños terrorífico que sorprenderán a los pequeños y grandes de la casa.
Aquí os dejo un video un poco spooky, espero que lo paséis genial, y… Mucho cuidado con los fantasmas
Mi nombre es Eva Herrero y soy la nueva corresponsal Erasmus para las ciudades de Amberes y Lovaina. ¡Estudio cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Salamanca y estoy muy contenta de poder compartir de hoy en adelante todas mis experiencias con vosotros!
Solo llevo aquí un día, pero me ha bastado para comprender que Bélgica es el país de las bicicletas, la ciudad está repleta de ciclistas y las calles están perfectamente acondicionadas, aunque el caos entre transeúntes a veces resulte inevitable.