Aloha navegantes! ¿Cómo va la semana? Por aquí todo bien y todo correcto. Hoy vengo a hablaros de una de las mejores ventajas de vivir en Amberes, su envidiable variedad cultural.
En realidad, muchas ciudades en Bélgica son reconocidas por esta maravillosa cualidad, de hecho, en Bruselas capital convergen más de 150 nacionalidades distintas, lo que en consecuencia significa que puedas encontrar, en cualquiera de los casos, un pedacito de tu cultura.
En Amberes en concreto hay barrios de todo tipo. Podréis disfrutar de numerosos eventos a lo largo del invierno que rememoren las tradiciones más conocidas, como el famosos Oktoberfest alemán, o la celebración del año chino. Además, es muy probable que deis con un restaurante o pub de origen auténtico, el barrio latino está repleto de antros con música en español, tiende citas de take away mexicano o sitios donde incluso podréis encontrar tortilla de patata al estilo Español y café Gallego.
No muy lejos del centro, en el sur de la ciudad está el barrio judío; cerca de la famosa fabrica de la cerveza de Koninck, de la que podréis encontrar mucha información en este blog porque tiene un museo chulísimo que, también, os recomiendo visitar si tenéis la oportunidad. Esta raza ha crecido en el país desde hace años, la nacionalidad de las familias es, por supuesto, belga, pero mantienen aquí sus costumbres esenciales. De hecho podréis acercaros a algunos centros judíos también en Amberes, tan auténticos que parece que pisas Israel.
Sin duda alguna, uno de los más apasionantes y sorprendentes es el barrio chino, o quizá deberíamos empezar a llamarlo asiático puesto que convergen diferentes culturas, como la japonesa o tailandesa. La entrada es un completo espectáculo, una puerta dorada con detalles orientales y dos leones que flanquean los pilares. La calle está repleta de supermercados con productos propios de allí, restaurantes con olores exóticos, picantes y fuertes. Ideal para los amantes de los noodles y el sushi.
Si tuviera que escoger 3 adjetivos para resumir esta ciudad, sin duda intercultural sería uno de ellos. Y es eso lo que les hace partícipes de una comunidad social extremadamente progresista y moderna. Resulta muy enriquecedor poder disfrutar de la gastronomía, las tradiciones, la moda y el estilo de vida de cualquier otra cultura del mundo.
¡Hasta pronto compañeros y compañeras!
Mi nombre es Eva Herrero y soy la nueva corresponsal Erasmus para las ciudades de Amberes y Lovaina. ¡Estudio cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Salamanca y estoy muy contenta de poder compartir de hoy en adelante todas mis experiencias con vosotros!
Solo llevo aquí un día, pero me ha bastado para comprender que Bélgica es el país de las bicicletas, la ciudad está repleta de ciclistas y las calles están perfectamente acondicionadas, aunque el caos entre transeúntes a veces resulte inevitable.