A 100 metros de la Universidad de Amberes, se encuentra una academia que ha logrado retenerme durante dos horas en sus pasillos y sus aulas.
Fundada en 1663 por David Terniers, maestro del gremio de artes y artesanías en San Lucas, la Academia de Bellas Artes de Amberes es una de las más antiguas de todo Europa. Un dato curioso para vosotros, lectores hispano hablantes, es que Felipe IV de España otorgó la carta real para poder establecer esta histórica Academia durante la colonia española en Flandes.
La mundialmente conocida: Academia de la Moda de Amberes, está en este mismo complejo, un edificio que contiene distintos espacios destinados a distintas artes. Fotografía, diseño gráfico y de moda, pintura, escultura, grabado y “In Situ” son los programas de arte que proporciona este fresco y caótico lugar.
Me llamó la atención el programa que abarca la técnica “In Situ“, nunca había oído hablar de ella y es considerada una importante forma de arte contemporáneo. In Situ, es una expresión latina que significa ‘en el sitio/lugar’. Para ejercer este arte, los estudiantes “investigan varios sitios, su contexto histórico social y estético y experimentan con diversos materiales y técnicas”, así lo explica la misma Academia de Bellas-Artes.
Lo más característico de este lugar es sin lugar a dudas la atmósfera artística. Los talleres están repletos de objetos y obras de arte, así como objetos que son as su vez obras de arte. Los suelos están manchados de pintura y sus espaciosas salas son un baúl sin fondo, como el bolso de Mery Poppins.
La Academia contiene un caos encantador que te puede retener durante horas y horas sin darte cuenta, así me pasó cuando la visité. Aunque es considerada un lugar de estudios, recomiendo su visita a la altura de cualquier museo de la ciudad. Esta academia es, sin lugar a dudas, un museo alternativo con el alma más joven de Amberes.