¡Buenos días! Hoy vengo a hablaros de un tema un poco diferente. Ayer estuvimos visitando Genk, y como no, las inmediaciones del estadio del KRC Genk eran una parada obligatoria para dos amantes del futbol.
El estadio se encuentra en la calle Stadionplein 4, en un barrio a las afueras de la ciudad, por lo que lo más recomendable es coger un bus que te acerque hasta allí. Nada más bajar del autobús nos extrañamos un poco porque lo primero que vimos fue un cementerio, pero según lo pasamos, nos dimos cuenta de que toda esa zona estaba enfocada al fútbol; Aparcamientos inmensos, campos de entrenamiento, gimnasio, y como no el Luminus Arena.
Este estadio fue construido en 1990 y anteriormente tuvo también los nombres de Cristal Arena y Fenix Stadion. El último cambio de nombre fue después de firmar el contrato con un nuevo y poderoso patrocinador, la compañía Luminus. El estadio puede albergar hasta 25.000 personas y el equipo local es el KRC Genk.
Una vez que llegamos al estadio, vimos que había una especie de recepción y decidimos probar suerte y preguntarles si podíamos entrar a ver el césped. Una mujer muy agradable nos atendió educadamente y después de hacer un par de llamadas accedió a que pasáramos a verlo. Fue algo extraño porque lo único que nos dijo es que no estuviéramos mucho tiempo y que no bajáramos al césped, por lo demás no nos marcó ningún recorrido ni ninguna limitación.
De esta manera nos veíamos subiendo las escaleras de la parte VIP del estadio. En el primer piso, pensando que podíamos entrar a las gradas por la puerta que se veía al fondo, al empezar a andar por la moqueta con el estampado del escudo del KRC Genk, nos encontramos que se trataba del comedor, y no solo eso, ¡Los jugadores estaban comiendo en ese momento! Una pena que no conociéramos a ningún jugador de la plantilla actual. Cuando llegamos a la puerta que daba paso a la grada vimos que estaba cerrada, y decidimos ir a probar suerte al segundo piso.
Este piso constituía el palco, por lo que nada mas entrar vimos barras de bar a los lados, algunas sillas y una estupenda decoración interior con fotos de jugadores clásicos del club. Por suerte, esta puerta si estaba abierta, y pudimos acceder a las butacas donde se solían sentar los presidentes y la gente importante. Como podréis ver en las fotos, el estadio estaba impresionantemente bien cuidado y el césped se veía en perfecto estado gracias al sistema de calefacción radiante.
Después de admirar un buen rato el estadio y sacar unas fotos, subimos a la tercera planta, pero visto que era donde se encontraban las oficinas del club vimos más conveniente no entrar en ella.
Por lo que bajamos de nuevo a recepción y después de volver a agradecer a la mujer que nos dejara entrar, salimos dirección al bus con una gran sonrisa debajo de la mascarilla.
Una aventura totalmente inesperada, que ocurrió gracias a la hospitalidad y el buen recibimiento que tanto gusta obtener pero que muchas veces nos cuesta compartir.
¡Pronto nos vemos de nuevo! Un abrazo,
Iñaki Balier.🤟
¡Buenos días viajeros! Me llamo Iñaki Balier y soy un estudiante de Ingeniería de Energías Renovables en la Universidad del País Vasco, en concreto, en la pequeña escuela ubicada en Éibar (Guipúzcoa). Estoy cursando cuarto de carrera, asique para cuando acabe este viaje, pretendo haberme convertido en un ingeniero completo, siempre y cuando, la carrera de Ingeniería Electromecánica que voy a estudiar en Hasselt no me ponga las cosas muy difíciles.
La afición que me puede llevar a darle un enfoque diferente es el deporte. Me gusta mucho experimentar diferentes y hacerlo regularmente. Los que más práctico, son la escalada, el running y el ciclismo, aunque otros como la natación o el slackline no se me quedan muy atrás.