Señoras y señores, hace mucho que no les menciono ningún personaje célebre de la ciudad de Lovaina y por eso, hoy vengo a hablarles de un vecino de Lovaina un tanto peculiar, digamos que este hombre llevaba el arte en las venas.
Se trata de Charles-Auguste de Bériot, nació en Lovaina el 20 de febrero de 1802, en el seno de una familia noble. Como han podido leer, fue un violinista y compositor belga. Cuando tenía nueve años quedó huérfano y comenzó sus estudios de violín con Jean-Francois Tiby, discípulo de Giovanni Battista Viotti. Posteriormente, fue impulsado por el mismísimo Viotti y trabajó un tiempo junto a Baillot, influido también por Paganini, otro fenómeno de la era. Pero, agárrense, que sirvió como violinista de cámara del rey Carlos X de Francia y del rey Guillermo I de los Países Bajos y realizó exitosas giras por Londres, París y los grandes centros musicales de Europa.
De Bériot convivió con la cantante de ópera María Malibrán y ambos tuvieron un hijo en 1833. Se casaron en 1836, pero desgraciadamente, Malibran falleció ese mismo año a raíz de su caída de un caballo.
Tras la muerte de Malibran, de Bériot vivió en Bruselas, y como era de esperar, se alejó del público. Sin embargo, cuatro años después, realizó una gira por Austria, donde conoció y se casó con Marie Hubert.
En 1843 alcanzó el puesto de tutor de violín en el Conservatorio de Bruselas, donde sentó las bases de la escuela Franco-Belga de interpretación del violín. A causa de su deficiente vista, se retiró en 1852. Y en 1858 quedó completamente ciego. Pero no fueron sus ojos, sino una parálisis en el brazo izquierdo lo que acabó con su carrera en 1866.
Falleció en Lovaina con 68 años.
Señoras y señores, a pesar de todas las adversidades vitales que se cruzaron en el camino de este hombre, él quiso hacer música hasta que le fallasen las últimas fuerzas de su cuerpo. Y así lo hizo.
les dejo la magia de su violín, sin duda, arte para cualquier oído.