Desde luego, el segundo mejor plan de invierno en Bruselas es acercarse (varias veces) a los mercaditos de Winter Wonders. ¿Y el primero? Comer o cenar allí también. Abrigaos bien, porque nos vamos a probar las delicias navideñas al aire libre, y así sabréis qué comer en un mercadito navideño.
¿Dulce o salado?
Quizás sea la primera pregunta a la hora de decidir. Yo digo: los dos, primero un principal salado, luego un postre.
El principal
Para comer en sí, tenéis puestos enormes de carne. Se encuentran fácilmente siguiendo el rastro del olor de las salchichas (normales, picantes etc) y otros tipos de carne que están haciéndose al calor de las brasas durante todo el día. En ellos, podéis pedir bocadillos variados y añadirles salsa al gusto por unos 7€.
Si no sois tan carnívoros, os sugiero entonces la raclette. El aroma del queso fundido resulta también muy cautivador, y las colas que se forman en estas casitas son el mejor indicador de que está delicioso. No se ajusta a la tradición suiza en la forma en que se sirve, pero igualmente nos gusta. Consiste también en un bocadillo de queso, con algo de fiambre y otro complemente a elegir entre pepinillos, cebollitas o tomates. El precio es el mismo, pero tened en cuenta que es algo más pequeño en tamaño.
Además de las hamburguesas que cocinan en el momento, existen también opciones totalmente sin pan, y algunas vegetarianas. Os recomiendo curiosear todos los puestos primero para ver qué os apetece: hay algunos que ofrecen comida internacional también, como platos del Este de Europa, incluso africanos o del Caribe. No faltan tampoco aportaciones alemanas, como los Pretzels. La multiculturalidad en Bruselas desde luego se plasma también en la gastronomía. A mí me sorprendió verlos cocinando patatas con crema y algo de bacon en recipientes de paella.
Y por supuesto, no me olvido. Hay friterías ambulantes también, así que siempre podréis pedir patatas fritas o una Mitraillette.
Los postres
Una vez lleno el estómago, ya sabéis que siempre queda un huequito para el postre. Y si no os ha llenado tanto, tenéis un hueco más grande. ¿Qué hacer entonces?
Os presento 3 dulces de mercadito navideño, 2 que me gustaron y 1 que no tanto:
Obviamente, en los mercaditos hay gofres y creppes. Pero es que también hay churros. En cualquier puesto donde frían patatas, están los churros también. No sé si será porque me evocan la ocasión especial que es desayunar churros en España, pero desde luego se disfrutan mucho.
Algo que me decepcionó fueron una especie de bombones grandes que aquí se llaman “têtes de choco”. Su apariencia era deliciosa, los había recubiertos de varios tipos de chocolate, costaban solo 2€… pero están rellenos de nata, o merengue. No sé si es que a mí no me acaba de gustar la nata, o que quedaban demasiado ligeros en la boca (esperaba más contundencia y sabor), que no cumplieron mis expectativas. Aun así, no os frenéis a probarlos, en mi opinión lo mejor en estos lugares es arriesgarse, y no repetir.
Resulta que en los mercaditos belgas conocen también los buñuelos, “beignets de Noël”. Sí, sí, como lo oís. Aquí son bolitas pequeñas, de un tamaño más manejable y que se pueden comer incluso de un bocado. Por encima, pueden llevar chocolate (es Nutella) y/o azúcar glass. Normalmente se compran en packs, el de 7 bolas cuesta 6€, lo que está genial para compartir. He de decir que me encantaron, y si los acompañáis con un chocolate caliente…
¡Nos leemos pronto!
Me presento, me llamo Julio Yustas, tengo 23 años y voy a ser parte del equipo de corresponsales que, durante el próximo semestre, va a intentar que disfrutéis de Flandes al menos tanto como nosotros.
Vengo de Valencia, donde estudio el Máster de Ingeniería Industrial en la Universitat Politècnica de València. Durante los dos próximos años, disfrutaré de Bruselas gracias a un acuerdo de doble titulación por el que estudiaré el Máster en Ingeniería Electromecánica en la Université Libre de Bruxelles (ULB).
Me considero una persona bastante proactiva y es difícil que no me encontréis embarcado en alguno de mis múltiples proyectos. Mi tiempo libre lo dedico principalmente a pasar tiempo con mis amigos, viajar, la fotografía y la cocina.