Cerca del centro de Amberes encontramos un edificio que data de 1425 y en él, el que afirma ser el restaurante más antiguo de Amberes y que ha sobrevivido a varias guerras y conflictos: el Elfde Gebod. El nombre significa undécimo mandamiento en neerlandés, pero, ¿cuál es ese mandamiento extra? Bebe cerveza y así disfrutarás de la vida. No, no es una broma; de todos modos no os debería sorprender, ya sabéis la popularidad de la cerveza en Bélgica. La carta del restaurante cuenta con una gran variedad de cervezas, desde auténticas trapistas hasta ofertas de cervecerías locales, así como comida y postres tradicionales belgas.
Empecemos hablando de la localización, que es muy buena. Está justo enfrente de la catedral de Nuestra Señora de Amberes, por lo que si os sentáis en la terraza y sois fanes de la arquitectura, podréis disfrutar de una de las cimas del arte gótico brabantino. Por otro lado, la fachada, llena de enredaderas, dota al lugar de una apariencia muy mística.
Si el aspecto de fuera os parece peculiar, el interior lo es mucho más. Está repleto de una gran colección de arte cristiano, que incluye antiguas estatuas y figuras de Jesús, María, santos, ángeles y vírgenes. También tiene alguna figura satírica y un tanto humorística sobre el cristianismo, por lo que dudo que esto sea realmente un lugar religioso; de hecho, la música en el interior es música popular, nada relacionado con cánticos religiosos.
Honestamente, no me he sentido tan observada en mi vida. Como podéis ver en las fotografías, hay cientos de estatuas ocupando cada espacio ocupable en el bar, incluso las escaleras. Sin duda, una experiencia curiosa y que os recomiendo probar; además, la comida está bastante buena y el lugar suele estar repleto de gentes del lugar.
Soy Soledad Mínguez y vengo de un pequeño pueblo en Castilla La Mancha, aunque he estudiado en Valencia; una ciudad bastante acogedora, verde y bonita, por cierto. Actualmente, me encuentro cursando mi último año de Máster en Ingeniería Aeronáutica de la Universitat Politècnica de València y gracias al programa Erasmus puedo disfrutar de este año en Bruselas.
Bruselas goza de una mala fama inmerecida: es aclamada por muchos turistas como ciudad sucia, fea, con poca vida nocturna y escasa oferta cultural. Llevo en la ciudad ya cinco meses y estoy aquí para demostraros lo contrario, es un lugar que tiene mucho que ofrecer. Pero no sólo hablaremos aquí sobre Bruselas, sino de toda la región de Flandes.
Durante los próximos meses compartiré con vosotros todas mis aventuras y aquellas cositas que he ido descubriendo. Mi principal objetivo es transportaros a la cultura flamenca, y ojalá, animaros a visitar esta maravillosa región. Juntos descubriremos la gastronomía típica de la región de Flandes, os conseguiré los mejores truquitos y compartiré las recetas, para que vosotros también podáis degustarlas aun estando tan lejos. ¡Pero no todo queda ahí!, también conoceremos a artistas y estilistas belgas, adentrándonos en el mundo de la moda flamenca y su historia.