Habitualmente, la gente cree que la única bebida alcohólica que se consume en Flandes es cerveza. Si sois de esa gente, estáis muy equivocados. La otra gran bebida nacional, y de la que los belgas están muy orgullosos, es la ginebra o jenever. Por toda la región de Flandes hay una gran variedad de locales y comercios dedicados exclusivamente a la ginebra. Además, durante el tercer fin de semana de octubre, hay unas fiestas dedicadas a esta bebida en el centro de Hasselt.
Hay ginebras para todos los gustos, con opciones muy exóticas: almendra, limón, chocolate, amarga, etc. No obstante, en este post vamos a hablar de un clásico, la ginebra de Hasselt. Sus orígenes se remontan a principios del siglo XVII, cuando se prohibió la venta y producción de ginebra en Limburgo. Sin embargo, en esta época Hasselt pertenecía al principado de Lieja por lo que se libró de la prohibición. Fue en el siglo XIX cuando su éxito se disparo, debido a que se producía a partir de remolacha y su precio era baratísimo. De hecho, fue la industria más importante hasta el siglo XX.
Actualmente, sólo quedan cuatro destilerías en la regíon de Hasselt. La más antigua de ellas, el Jenevermuseum se puede visitar y está declarado patrimonio de la humanidad. La entrada son solo 7 € e incluye unos dulces preparados con las bayas de enebro con las que se produce la ginebra.
Los expertos dicen que su sabor está muy influenciado por la ginebra holandesa, aromatizada por todo tipo de hiervas y bayas. La encontráis en absolutamente todos los supermercados y con una gran variedad de sabores y precios. Esta es una de las más asequibles y más populares:
¿Queréis saber que hacen algunos belgas con sus dos bebidas más populares? Las mezclan. A esto lo llaman submarino y consiste en meter un vaso de chupito lleno de ginebra en una cerveza.
¿Os atreveríais? Eso sí, no os toméis más de uno.
Soy Soledad Mínguez y vengo de un pequeño pueblo en Castilla La Mancha, aunque he estudiado en Valencia; una ciudad bastante acogedora, verde y bonita, por cierto. Actualmente, me encuentro cursando mi último año de Máster en Ingeniería Aeronáutica de la Universitat Politècnica de València y gracias al programa Erasmus puedo disfrutar de este año en Bruselas.
Bruselas goza de una mala fama inmerecida: es aclamada por muchos turistas como ciudad sucia, fea, con poca vida nocturna y escasa oferta cultural. Llevo en la ciudad ya cinco meses y estoy aquí para demostraros lo contrario, es un lugar que tiene mucho que ofrecer. Pero no sólo hablaremos aquí sobre Bruselas, sino de toda la región de Flandes.
Durante los próximos meses compartiré con vosotros todas mis aventuras y aquellas cositas que he ido descubriendo. Mi principal objetivo es transportaros a la cultura flamenca, y ojalá, animaros a visitar esta maravillosa región. Juntos descubriremos la gastronomía típica de la región de Flandes, os conseguiré los mejores truquitos y compartiré las recetas, para que vosotros también podáis degustarlas aun estando tan lejos. ¡Pero no todo queda ahí!, también conoceremos a artistas y estilistas belgas, adentrándonos en el mundo de la moda flamenca y su historia.