Miles y miles de personas visitan los Países Bajos en primavera para contemplar los extensos cultivos de tulipanes que colorean el paisaje. Lo que mucha gente no sabe es que en Flandes también se cultivan tulipanes; evidentemente, no a la misma escala, pero os garantizo que son todo un espectáculo. Lo más curioso es que estos campos no son una atracción turística, si no que más bien solo son conocidos por los locales de la zona. En su mayoría se encuentran al norte de Flandes, en la frontera con Holanda; en este post vamos a hablar de Meerdonk, donde se encuentra el cultivo más grande de la región.
La mejor opción para visitar los campos es la bicicleta, ya que las distancias entre campos son bastante grandes. Además, como ya sabéis Flandes está completamente adaptada para las rutas en este medio de transporte. Andando no es una buena idea porque os permitirá ver muy pocas cosas y en coche no disfrutaréis igual de las vistas ni tendréis la misma flexibilidad. Lo más óptimo es ir a San Nicolás (Sink Niklaas, su Grote Markt es el más grande de todo Bélgica, por si os interesa visitarlo también) en tren, y ahí alquilar una bicicleta para empezar la ruta.
Yo me decanté por blue bike, una compañía para el alquiler de bicicletas. Tienen estaciones por toda Bélgica y la subscripción son sólamente 12 € anuales más una cantidad simbólica cada vez que la utilizas (1.5 € en San Nicolás por 24 h); además, puedes sacar dos bicicletas con una única tarjeta.
Volviendo al tema de los tulipanes, la ruta que os presento a continuación fue la que nosotros hicimos. Son 48 km en total: 28 km en los campos y 20 km de ir y venir al inicio de la ruta. Yo conseguí aguantar los 48 km sin mucho problema y tampoco os creáis que soy una persona que todos los domingos hace una ruta en bici, por lo que, si yo pude, cualquiera puede. Pensad que vais descansando por el camino ya que hay muchas paradas, todo es llano, las vistas son muy bonitas y vas distraído. Si no, lo que podéis hacer es coger el bus para ir y venir al inicio de la ruta.
La ruta se empieza en el Grote Saleghemgeul, una valiosa reserva natural de agua. Hay un barranco en el que te puedes sentar a disfrutar de la tranquilidad de las aguas. Verás que hay un inmenso número de casitas verdes que sirven para la pesca. Si tienes suerte, probablemente encuentres a alguien practicando este deporte.
Algo muy positivo de los campos flamencos es que los tulipanes plantados son para bulbos, por lo que las plantas se dejan crecer hasta que florecen por completo. Yo fui al final de la temporada (1 de mayo) y aun así había bastantes tulipanes para ver. No obstante, os recomiendo ir un poco antes ya que pillareis la flor en su pleno esplendor. El mejor campo, siempre bajo mi punto de vista, lo tenéis marcado en verde en el mapa arriba. Por favor, tened en cuenta que son campos privados, está bien pasear y tomar fotos, pero no hagáis virguerías.
Os voy a destacar una parada: Natuurhuis Panneweel, una granja agrícola para la preservación de la flora local. Elijo esta porque la dueña es encantadora y nos trató estupendamente; además, me parece que hacen una labor muy buena y es interesante. No obstante, hay muchas más paradas que encontráis en el mapa de arriba, elegid las que más os gusten. Clicando en cada punto hay un enlace que os lleva a algunas fotos del lugar aportadas por ciclistas.
Como veis el aspecto del lugar es muy peculiar. Al llegar, te harán un tour por las más de 60 variades de vegetación que están en peligro de extinción y típicas de la región de Flandes. Para la recaudación de fondos venden trozos de tarta (casera y muy rica) por solo 2.5 €, por lo que es la parada ideal para reponer fuerzas.
Por último, destacaros que hay una gran variedad de ganados y granjas de animales por el camino, sobre todo de caballos y ovejas. Son animales muy pasivos y verás que contentos se ponen si les das algo de comer.
Os dejo un pequeño vídeo con mi ruta, por sí aún no teníais suficientes motivos para visitar este lugar.
Soy Soledad Mínguez y vengo de un pequeño pueblo en Castilla La Mancha, aunque he estudiado en Valencia; una ciudad bastante acogedora, verde y bonita, por cierto. Actualmente, me encuentro cursando mi último año de Máster en Ingeniería Aeronáutica de la Universitat Politècnica de València y gracias al programa Erasmus puedo disfrutar de este año en Bruselas.
Bruselas goza de una mala fama inmerecida: es aclamada por muchos turistas como ciudad sucia, fea, con poca vida nocturna y escasa oferta cultural. Llevo en la ciudad ya cinco meses y estoy aquí para demostraros lo contrario, es un lugar que tiene mucho que ofrecer. Pero no sólo hablaremos aquí sobre Bruselas, sino de toda la región de Flandes.
Durante los próximos meses compartiré con vosotros todas mis aventuras y aquellas cositas que he ido descubriendo. Mi principal objetivo es transportaros a la cultura flamenca, y ojalá, animaros a visitar esta maravillosa región. Juntos descubriremos la gastronomía típica de la región de Flandes, os conseguiré los mejores truquitos y compartiré las recetas, para que vosotros también podáis degustarlas aun estando tan lejos. ¡Pero no todo queda ahí!, también conoceremos a artistas y estilistas belgas, adentrándonos en el mundo de la moda flamenca y su historia.