¡Hola a todos!
En este post os quiero hablar de un animal que prácticamente podríamos decir que caracteriza a la región flamenca, que son los patos. No es extraño encontrárselos por la calle, generalmente cerca del río como es lógico, pero no sería la primera vez que veo alguno cruzando una acera con ese andar tan curioso y gracioso que tienen.
El pato es un animal muy especial. Es de los pocos que pueden volar, nadar, andar y bucear. Y no os creáis que vuelan mal o nadan lento, es que son especialistas en todo. Lo impresionante es que en ciertas zonas, se les puede ver volando regularmente a unos 5000 metros.
La especie que más común podemos ver en la región es el pato salvaje, o Mallard, que se diferencia entre la hembra y el macho principalmente por el color de su cabeza. La hembra suele tener un plumaje generalizado de tono marrón, mientras que el macho suele tener la cabeza de color verde y un plumaje diferente. Es un ave migratoria, y es por eso que hay épocas que podemos ver muchos y otras en las que prácticamente no hay.
En Flandes hay muchos sitios desde los que se pueden observar muchas de estas especies. Desde yéndose a cualquier lago o parque como Blaarmeersen o Citadelpark, hasta yendo a la reserva natural de la que os hablé hace poco, Bourgoyen-Ossemeersen, donde si realmente os gustan las aves os recomiendo ir, ya que hay un mirador con paneles informativos de las diferentes especies que se pueden ver.
Os dejo ahora con algunas fotos de los patos que vimos en una simple ruta que hicimos por el centro de Gante, Graslei y Gravensteen principalmente.