¡Hola!
En este post os vengo de hablar de las galletas de mar de Ostende o Oostendse zeebeschuit. Descubrí este producto hace varios meses, en un escaparate de la ciudad. Sin embargo, no he conseguido probarlas, ya que en las dos ocasiones que he ido a Ostende, la única tienda que las vende estaba cerrada (consejo, no vayáis un martes o un miércoles). Sin embargo, me parece un producto muy curioso y con mucha historia detrás, por lo que merece una publicación.
La única tienda de la que os hablo, es la Bakkerij Desmedt, en la calle Stuiverstraat. Abren todos los días de 07:00 a 19:30, a excepción de los martes y miércoles.
Las galletas de mar surgieron en 1960 debido a que, dada la alta humedad en alta mar, el pan habitual se pudría muy rápidamente. La receta es muy sencilla: harina, agua, sal y aceite. Los ingredientes se amasan juntos hasta obtener una masa firme, se extienden, se cortan en círculos de unos 10 cm de diámetro y se pinchan. Luego, se hornean a temperatura media.
El nombre de la galleta es, evidentemente, consecuencia de que era una galleta exclusivamente producida para comerse en alta mar. Más de 6 meses puede aguantar una de estas galletitas en un entorno húmedo y sin requerimientos de almacenamiento extra.
A partir de los años 90 la galleta de mar fue en decadencia; con los modernos barcos y las equipadas bodegas, productos así ya no eran necesarios. No obstante, actualmente se está haciendo un esfuerzo para devolver a esta galleta la popularidad que un día tuvo. Así, se recomiendan como un snack saludable, a mí me recuerdan a las galletas Tuc que todos conocemos.
Para muchas familias pesqueras en Ostende, las galletas de mar son parte de su historia, y por eso es tan importante que no se dejen de producir. Me alegro mucho de que ahora vosotros también las conozcáis, y si tenéis ocasión, probadlas. Os dejo un pequeño vídeo para que os hagáis una idea de cómo son.
Soy Soledad Mínguez y vengo de un pequeño pueblo en Castilla La Mancha, aunque he estudiado en Valencia; una ciudad bastante acogedora, verde y bonita, por cierto. Actualmente, me encuentro cursando mi último año de Máster en Ingeniería Aeronáutica de la Universitat Politècnica de València y gracias al programa Erasmus puedo disfrutar de este año en Bruselas.
Bruselas goza de una mala fama inmerecida: es aclamada por muchos turistas como ciudad sucia, fea, con poca vida nocturna y escasa oferta cultural. Llevo en la ciudad ya cinco meses y estoy aquí para demostraros lo contrario, es un lugar que tiene mucho que ofrecer. Pero no sólo hablaremos aquí sobre Bruselas, sino de toda la región de Flandes.
Durante los próximos meses compartiré con vosotros todas mis aventuras y aquellas cositas que he ido descubriendo. Mi principal objetivo es transportaros a la cultura flamenca, y ojalá, animaros a visitar esta maravillosa región. Juntos descubriremos la gastronomía típica de la región de Flandes, os conseguiré los mejores truquitos y compartiré las recetas, para que vosotros también podáis degustarlas aun estando tan lejos. ¡Pero no todo queda ahí!, también conoceremos a artistas y estilistas belgas, adentrándonos en el mundo de la moda flamenca y su historia.