Caminar por el centro de Bruselas es toda una gozada. Está todo tan bien cuidado que te transporta a la época flamenca siglos atrás, cuando los edificios fueron construidos. Además, mientras paseas podrás disfrutar de los olores de la ciudad: gofres recién hechos en cada esquina, vino caliente en las puertas de algún restaurante, hamburguesas recién hechas… Un placer que sin duda agrada a cualquiera.
Como no podía ser de otra forma, acabamos tentados de ir a probar una de sus hamburguesas. El centro estaba repleto de restaurantes de comida rápida, pero no como el McDonald’s o el Burger. En Bruselas te encontrarás locales con muy buenas hamburguesas y unas patatas fritas belgas sin igual.
El sitio al que acabamos yendo se llama Manneken Frites, en honor al Menneken Pis. Justo antes de ir a cenar, pasamos por delante de esta peculiar estatua y tuvimos la suerte de verlo vestido, una tradición de Bruselas.
Dentro del local se podía elegir entre una gran variedad de productos. Desde sándwiches, burritos, kapsalons, platos combinados… pero no estábamos allí por eso, nosotros fuimos a por nuestra hamburguesa.
La mayoría de las hamburguesas estaban entre los 4-6€, pero la clásica de black angus (7€) y la doble cheeseburger (9€) son las que realmente marcan la diferencia. Además, por 2,5€ podías añadir una buena ración de patatas belgas recién hechas… tampoco podíamos decir que no.
Pues bien, puedo decir con total seguridad que estas hamburguesas con calidad-precio ganan a las españolas. ¿En qué sitio de España te puedes tomar una buena burger con unas patatas de escándalo y todo por unos 7-10€?
No es sin duda la mejor hamburguesa que he probado en mi vida, pero por ese precio, sí. Nos sorprendió a todos. Y luego qué decir de la salsa. En Bélgica te suelen cobrar un euro más, pero merece siempre la pena, una mayonesa casera o cualquier otra salsa… acaba saliendo rentable.
Y claramente, para finalizar un buen postre, no cabe otra opción. Un gofre casero completa toda una buena cena por las calles de Bruselas.
Mi nombre es Miguel Iglesias, soy el nuevo corresponsal Erasmus de Productos Belgas, así que mi labor estos meses va a ser degustar la mayor cantidad de cervezas, gofres, patatas y chocolates posible para hacer valoraciones y recomendaciones sobre cada uno de estos productos, así que no me puedo quejar. Pero antes de descubrir toda esta gastronomía belga, permitidme que me presente.
Soy un madrileño que estaba cansado de estar siempre en el mismo sitio y tenía ganas de salir a conocer mundo, otras culturas y otros ambientes. Por este motivo me vine de Erasmus a Bélgica, un país húmedo (Madrid es muy seco), muy verde y con muchos rincones por descubrir.
Soy estudiante de cuarto año de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Universidad Carlos III de Madrid. Por diversas aspiraciones profesionales, acabé de Erasmus en Lovaina, una pequeña pero acogedora ciudad universitaria a escasos kilómetros de Bruselas. Me quedaré aquí todo el año especializándome en ingeniería de materiales y organización industrial dentro de la Katholieke Universiteit de Leuven (KUL). Que resulta ser la universidad número 1 en investigaciones a nivel europeo, así que estoy ansioso por empezar y ver qué me puede ofrecer.