A la mayoría nos gustan los bollos, los dulces, las galletas recién horneadas… es simplemente algo que te alegra el paladar. O sino, una buena hogaza de pan hecha con masa madre. Sea como sea, todos hemos entrado alguna vez a una pastelería para pegarnos un buen homenaje. En este artículos te cuento las diferencias y semejanzas que he encontrado en mi estancia por Bélgica.
¿Cuáles son las principales semejanzas?
Aunque de primeras no lo parezca, la pastelería belga y la española encuentran más semejanzas que diferencias, y es algo de agradecer, eso significa que todos hacemos las cosas bien. Si lo pensamos bien, tiene sentido, al final ambos países comparten un fragmento de su historia. Además, ambos países comparten muchos bollos típicos con Francia, siendo normal que en ambos tipos de pastelerías encuentres cruasanes, napolitanas, tartas, galletas… Aunque veremos que no son tan iguales.
Aquí en Bélgica he entrado a comprar a 2 pastelerías. En la primera, su estructura es principalmente como las de España: una vitrina con todos los productos de bollería y tartas, y pegado a la pared estaban todas las barras de pan recién horneadas. Este podría ser el modelo de la gran mayoría de pastelerías españolas. Por otro lado, en la segunda pastelería a la que fui me encontré un espacio mucho más abierto en la que se podía ver y apreciar cómo hacían cada uno de sus productos, aun así, seguían siendo los mismos.
¿Cuáles son las principales diferencias?
Durante mi paseo por estas pastelerías me he encontrado dos diferencias destacables.
La primera diferencia, claro está, es en los productos típicos belgas. Aquí en Bélgica se le da mucha más importancia a las galletas, como las speculaas, en las que hablaremos en un futuro artículo. Es cierto que tienen, cruasanes y napolitanas, pero la gran mayoría de tartas y galletas son muy diferentes. Al igual que en España tenemos nuestra tarta de Santiago, la tarta selva negra o la tarta de San Marcos, en Bélgica también tienen sus tartas típicas como la «suikertaart» o la «appeltaart».
Por otro lado, como vimos en el artículo de los koffiekoeken, podemos encontrar ciertas variantes dentro del mundo de los bollos. En esencia siguen siendo los mismos, pero los belgas le dan su toque tradicional, especialmente el de sus chocolates.
Finalmente, tengo que destacar la cultura de 0 residuos que tenían ambas pastelerías. No digo que en España no se intente reducir al máximo el desperdicio de comida, más bien, que aquí tienen la cultura de hacer nuevos productos con la comida que van a tirar para darle una salida, como el brownie de esta foto. Me parece que es una buena iniciativa que se debería llevar a todas las pastelerías.
Espero haberos acercado un poco más a la cultura belga, nos vemos en el siguiente artículo.
Os dejo una foto de las cookies que me llevé, no me pude resistir y le pegué un bocado a la primera!!
Mi nombre es Miguel Iglesias, soy el nuevo corresponsal Erasmus de Productos Belgas, así que mi labor estos meses va a ser degustar la mayor cantidad de cervezas, gofres, patatas y chocolates posible para hacer valoraciones y recomendaciones sobre cada uno de estos productos, así que no me puedo quejar. Pero antes de descubrir toda esta gastronomía belga, permitidme que me presente.
Soy un madrileño que estaba cansado de estar siempre en el mismo sitio y tenía ganas de salir a conocer mundo, otras culturas y otros ambientes. Por este motivo me vine de Erasmus a Bélgica, un país húmedo (Madrid es muy seco), muy verde y con muchos rincones por descubrir.
Soy estudiante de cuarto año de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Universidad Carlos III de Madrid. Por diversas aspiraciones profesionales, acabé de Erasmus en Lovaina, una pequeña pero acogedora ciudad universitaria a escasos kilómetros de Bruselas. Me quedaré aquí todo el año especializándome en ingeniería de materiales y organización industrial dentro de la Katholieke Universiteit de Leuven (KUL). Que resulta ser la universidad número 1 en investigaciones a nivel europeo, así que estoy ansioso por empezar y ver qué me puede ofrecer.