¡Hola a todos y a todas!
Bruselas ha tenido la oportunidad de organizar varias exposiciones universales a lo largo de la historia. La más famosa es, sin duda, la de 1958, que dio a la ciudad su famosísimo Atomium, y que tuvo una gran importancia al ser la primera tras la Segunda Guerra Mundial y celebrarse en los primeros compases de la Guerra Fría. Sin embargo, hoy vamos a hablar de una que no es tan conocida, la de 1910, ¡vamos a ello!
La exposición universal de 1910 sería la tercera celebrada en Bruselas, y serviría para que Bélgica como país se mostrase al mundo como una tierra que, aunque pequeña, se encontraba muy avanzada en muchos aspectos, proponiéndose como ejemplo al mundo conmemorando sus 80 años de vida.
Después de que varias ciudades se postularan como candidatas para albergar la expo, sería Bruselas la elegida, con un proyecto realmente ambicioso, para el que hizo falta que la comuna de Ixelles cediese parte de su territorio a la ciudad de Bruselas. Se eligió la zona sureña de Solbosch como sede, aunque también se usarían instalaciones como las del Parque del Cincuentenario.
Algunas de las grandes empresas del país, como la Sociedad General de Bélgica o el grupo Delhaize se postularon como los grandes mecenas de un evento que recibiría 13 millones de visitantes a lo largo de los 7 meses que estuvo abierto.
La temática de la exposición fueron las artes, las ciencias, la industria y el comercio. 26 países presentaron sus proyectos al mundo, además del Congo que, como colonia belga, tuvo su propio espacio en Tervuren, con la construcción del museo del Congo, un deseo personal del rey Leopoldo II, que no llegó a verlo concluido por meses. El único problema destacable que sufrió la exposición fue un incendio en agosto, del que la organización pudo recomponerse rápidamente, aprovechándose incluso del suceso para ganar fama.
Una de las cosas que más ilusión me han hecho al investigar sobre este acontecimiento ha sido el pabellón de España. Nuestro país quiso presentar a la escena internacional su riqueza cultural y artística, y lo hizo con una representación del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, mi ciudad.
El resultado final de la exposición fue muy bueno, un auténtico éxito para la ciudad, que supo aprovechar la oportunidad para modernizarse. Este es uno de los muchos que eventos que han reinventado Bruselas y la han hecho convertirse en la ciudad importante que es hoy en día.
¡Nos vamos viendo!
Jose
¡Qué ilusión me hace estar escribiendo por fin estas palabras! A partir de este mes de febrero empiezo como corresponsal de Erasmus en Flandes y tengo muchas ganas de enseñaros mi trabajo. Recoger el testigo de Yolanda en cuanto al tema de Patrimonio es todo un honor.
Antes de nada, me presento. Me llamo José Manuel Ortega y tengo 20 años. Nací en Granada, pero he vivido toda mi vida en La Línea de la Concepción, un pueblo de Cádiz. Estudio Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada y, actualmente, estoy realizando un intercambio Erasmus en Bruselas de curso completo.