¡Hola de nuevo!
Desde que lograra la independencia en 1830, Bélgica se ha desarrollado como un país moderno, a la vanguardia, y eso se ha debido, principalmente, a sus instituciones, que también han ido avanzando y modificándose con el paso de los años. Bruselas como capital del país tiene una posición privilegiada, pues las sedes de la grandísima mayoría de los órganos políticos que gobiernan no solo el país, sino también otras organizaciones internacionales, se encuentran aquí. Cada una de ellas tiene una importancia y una función diferente, y, además, en cada una se respira un ambiente propio y único, ya sea en su arquitectura o en sus alrededores. En este post, haremos un repaso a las diferentes sedes y edificios gubernamentales más importantes que podemos encontrar en la ciudad de Bruselas.
¿Cómo funciona Bélgica?
Es clave entender la situación política de Bélgica para entender esta “ruta” bruselense que nos llevará por una gran variedad de sitios. Hablamos de un país plurilingüe y plurinacional, es decir, en él combinan dos regiones con sus propios idiomas, sus propias tradiciones, e, incluso, su propio idioma: la región del norte, Flandes, con una belleza e historia increíble (como bien demuestra este blog) y Valonia, en el sur, región francófona con algunas zonas en las que predomina el alemán. En un principio, Bruselas pertenecía a la región flamenca, aunque, como veremos más adelante, la cosa cambió hace no demasiado tiempo.
En el ámbito político, las reformas territoriales de 1970 convertirían el país en un Estado federal, en el que ambas regiones tienen sus propios parlamentos que controlan competencias como la educación, la sanidad, el deporte o la juventud. Todo queda englobado dentro del poder central, representado en dos cámaras: el Senado y la Cámara de Representantes, y cuyo ejecutivo lo lidera el primer ministro, cuyo consejo de ministros debe de tener el mismo número de ministros flamencos y valones. Además, cada comunidad lingüística, es decir, la francesa, la neerlandesa y la alemana también tiene su propio parlamento.
La política a un paso del ciudadano
La mayoría de estas instituciones tienen su sede en lo que llamamos barrio Real, en pleno centro de Bruselas, donde también podemos encontrar las embajadas de algunos de los países más importantes del mundo, como Estados Unidos, Francia o Reino Unido, alrededor del parque de Bruselas, muy cerca del Palacio Real.
Ahí se sitúa como órgano principal el Parlamento federal belga. Enfrente del parque, cara a cara con el palacio, se impone la Cámara de Representantes, un asombroso edificio neoclásico de finales del siglo XVIII que nos recuerda a los templos griegos como símil de que ahí reside la voluntad y el poder de la nación. Destacan las dos banderas gigantes de Bélgica y de la Unión Europea que presiden la fachada principal. En un edificio colindante, podemos asomarnos a ver la oficina del primer ministro, Alexander de Croo.
En la otra parte de ese mismo complejo, encontramos el Senado. Lo que más salta a la vista del lugar es, sin ninguna duda, la llamada Pasarelle Tondo. Se trata de una plataforma circular y transparente que sirve como enlace entre el edificio del Senado y uno de los colindantes. Se trata de una maravilla de la arquitectura moderna ideada hace unos cinco años para solucionar un problema de conexión entre las oficinas del Senado y de la Cámara de Representantes.
Si continuamos caminando por esa misma calle llegaremos hasta el Parlamento Flamenco, cuyo nuevo edificio, inaugurado en la década de los noventa, tiene un gran centro de visitantes y una biblioteca muy grande disponible para todo aquel que lo necesite.
En el cruce de la calle Real con la de la Ley, encontramos el parlamento de la Federación Valonia-Bruselas, es decir, de la comunidad francófona del país. Aunque el parlamento valón, a diferencia del flamenco, no está en Bruselas, sino en Namur, la comunidad de habla francesa si eligió la ciudad como sede, debido, probablemente, a que este idioma sí que está presente en la ciudad.
Bueno y, entonces, ¿Bruselas a cuál de las dos regiones pertenece? Muy fácil, ¡a ninguna! Como ya he dicho antes, Bruselas solía estar englobada dentro de la región flamenca, pero su situación especial como capital hizo que fuese necesario un estatus diferente. Ya desde las reformas de los setenta se habló de una “región bruselense” como idea, pero esta no se haría realidad hasta finales de los ochenta, cuando se crea la región de Bruselas-Capital, englobando a más de un millón de personas. En la zona, el neerlandés y el francés comparten oficialidad, y para visitar el parlamento de esta tercera región federal que conforma el reino de Bélgica, tenemos que separarnos un poco de este barrio, y cruzar la Grand-Place. La antigua sede del palacio provincial acoge reformada el parlamento, con una gran cristalera en su parte superior, ofreciendo unas vistas increíbles de toda la ciudad.
La Bruselas internacional
Más allá del ámbito nacional, Bruselas es sede de dos órganos internacionales de especial importancia: la OTAN y la Unión Europea. Ambas instituciones vieron en Bélgica un país pacífico y neutral en el que sus sedes estarían seguras.
La primera se estableció en la ciudad en los años 60, aunque el edificio actual, muy cercano al aeropuerto se inauguró en 2017 y contiene un equipamiento de altísima tecnología en todos los sentidos.
La UE, por su parte, estableció Bruselas como una de sus tres ciudades capitales, sede del Parlamento. No solo se queda ahí, pues, como se puede ver en este artículo, gracias a la UE, Bruselas se ha convertido en uno de los epicentros de la política mundial, siendo sede de innumerables instituciones y organismos, empresas y embajadas relacionadas con la política internacional.
Gracias a todos estos lugares, que tenemos la suerte de poder visitar de una manera muy sencilla (aunque su interior si esté bastante más limitado) nos hacen sentir cuando paseamos por ellos la verdadera importancia de la ciudad en la política global. Bruselas es una villa mundial, ¿a qué esperas para hacerla tu casa?
¡Nos vamos viendo!
Jose
¡Qué ilusión me hace estar escribiendo por fin estas palabras! A partir de este mes de febrero empiezo como corresponsal de Erasmus en Flandes y tengo muchas ganas de enseñaros mi trabajo. Recoger el testigo de Yolanda en cuanto al tema de Patrimonio es todo un honor.
Antes de nada, me presento. Me llamo José Manuel Ortega y tengo 20 años. Nací en Granada, pero he vivido toda mi vida en La Línea de la Concepción, un pueblo de Cádiz. Estudio Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada y, actualmente, estoy realizando un intercambio Erasmus en Bruselas de curso completo.