¡¡Buenas!! Hoy nos vamos de excursión a la costa de Bélgica y vamos a hablar de la estación de trenes de Ostende. Este magnífico edificio fue construido bajo el mandato del rey Leopoldo II, al igual que la espléndida estación central de Amberes. La ciudad de Ostende ha crecido con el paso de los años y de la misma forma la estación. Es el núcleo de transportes público de la ciudad porque no solo puedes coger numerosos trenes al día en este punto sino también autobuses, tranvías, ferrys y cruceros, además de bicicletas.
Este edificio está en diálogo constante con su entorno y enriquece la composición urbana del lugar, adaptándose en escala y apariencia al mismo. La plaza con la que cuenta a la entrada de la estación se abre desde la zona del puerto hacia la ciudad.
La estructura del edificio es compleja debido a la gran variedad de transportes y a la mezcla de estacionamientos que hay concentrados en el mismo espacio. En 2012 comenzó un proyecto para hacer grandes cambios en la estación, desde la reconstrucción de varios estacionamientos hasta la cuidadosa renovación del edificio original. Construyeron además nuevas plataformas y una cubierta de gran tamaño que cubre los andenes. Desarrollaron el embellecimiento de la plaza situada a las puertas de la estación. Con estas acciones se renueva y revitaliza la estación y los alrededores de la misma.
El aparcamiento subterráneo para las bicis tiene una serie de aberturas en la planta principal del edificio. La luz entra en la planta inferior gracias a estas redondeadas aberturas, que además airean. También en esta planta se sitúan los baños públicos, accesibles mediante un ascensor y una escalera ubicados en el edificio existente. Ya sabemos que en Flandes las bicis son el medio de transporte por excelencia y, como no podía ser de otra manera, tampoco aquí tendrás excusa para no llevártela. La ciudad de Ostende se puede recorrer perfectamente en bici y el muro de la playa es un paseo perfecto.
El juego de colores de la cubierta de toda la estación abierta se desarrolló con paneles de policarbonato. Descansan sobre la propia estructura de acero. Estos paneles son translúcidos y crean bajo este techo espacios acogedores y luminosos. Existen distintas variaciones de luz que dependen de la propia combinación de colores y del brillo exterior del sol. Además de esto, la materialidad del policarbonato y la combinación de los distintos colores evita el deslumbramiento directo en la estación y proporciona protección solar.
Durante el verano siempre apetece ir a la playa y, la estación de trenes de Ostende es una parada casi obligatoria para acercarse a la costa belga. Espero que os guste tanto como a mí descubrir edificios tan atractivos como este en Flandes.
¡manténganse en vilo, hasta pronto!
Deva 🌛
¡¡Buenas!! Soy Deva Leal y os acompañaré los próximos dos meses como nueva corresponsal de Arte y Patrimonio + Productos belgas. Tenía muchas ganas de poder escribiros y, por fin ha llegado el verano. Cuando hace un año se me presentó esta oportunidad no dudé ni un momento, ya sabía que un curso como este es difícil de repetir y por eso estoy intentando alargar al máximo mi estancia en Bélgica, ¡y de qué manera!