El barrio de Marollen se encuentra en una localización privilegiada. Está cerca de las principales atracciones turísticas de la ciudad, a un paso de la estación de tren del sur y entre Ixelles y Saint-Gilles, dos de los barrios con más vida de Bruselas. En este post comentaré varias cosas que ver en este barrio, haciendo hincapié en el Ascensor de Marollen.
Ascensor de Marollen
Bruselas, para quienes nunca hayáis estado, no es una ciudad plana. Al contrario, hay algunas pendientes que hacen pasarlo mal a algunos ciclistas. En varios puntos de la ciudad se crean mecanismos para conectar dos zonas con distinta elevación. El ejemplo que os vengo a traer hoy es el comúnmente conocido como el Ascensor de Marollen.
Si venís a Bruselas os recomiendo enormemente pasaros por este lugar y recorrer el barrio de Marollen. Desde la parte alta del ascensor, en la Plaza de Poelaert podemos disfrutar de unas visas privilegiadas de la ciudad de manera totalmente gratuita, así como incluso de una noria The View o del Palacio de la Justicia. Por otro lado, en la parte baja encontramos la plaza de l’Epée rodeada de cafeterías y tiendas.
Dada la diferencia de altura, esta idea de conectarlas mediante algún tipo de mecanismo surgió ya en el siglo XIX. Por aquel entonces se pensaba en construir un teleférico, pero finalmente esta construcción nunca se llegó a efectuar. No fue hasta 1990 que se propuso el que hoy conocemos como el Ascensor de Marollen. Debido a varios problemas durante su ejecución, no se inauguró hasta el año 2002 y desde entonces se ha vuelto muy popular entre turistas.
El Ascensor de Marollen está realizado en vidrio y una estructura metálica que soporta sus 100 toneladas. La torre donde se encuentran los dos ascensores tiene una altura de casi 28 metros, lo que equivale a un edificio de nueve plantas.
Alrededores
Aparte de este ascensor, el barrio de Marollen tiene mucho que ofrecer. Alrededor de la parte baja del ascensor se hallan multitud de calles con gran encanto por las que pasear infinitamente. Por estas calles abundan galerías de arte contemporáneo, bares y restaurantes, tiendas de ropa al kilo o tiendas de decoración. Es imposible no quedarse parado en los escaparates y resistirse a la tentación de entrar a cada una de estas tiendas. Además de estas tiendas, también es posible recorrer un mercadillo al aire libre de lleno de antigüedades en la Place du Jeu de Balle. El ambiente de este barrio es muy agradable y sus calles son preciosas. Algunas de ellas están decoradas con guirnaldas hechas por varios artistas o con grafitis enormes en las medianeras de los solares vacíos.
Un poco más al sur, al límite con el barrio de Saint- Gilles, nos topamos con la Puerta de Hal. Fue construida en el siglo XIV para dar paso a la antigua ciudad medieval. Formaba parte de toda la muralla que rodeaba a la actual ciudad de Bruselas. La Puerta de Hal está abierta al público y se puede subir a lo alto a través de sus torreones. La entrada para estudiantes cuesta solo 3€ y la estándar 7€.
Espero que si pasáis por Bruselas disfrutéis del barrio de Marollen mucho más después de haber leído este post.
Me despido hasta el próximo post,
Un saludo,
Elena Pascual
Soy corresponsal de Patrimonio durante el primer cuatrimestre del curso 2023-2024. Vengo de Alicante y actualmente estoy haciendo durante todo el curso mi erasmus, estudiando Arquitectura en la KULeuven en Bruselas.
Entre mis aficiones está sobre todo cocinar y cualquier cosa relacionada con la gastronomía o visitar nuevos lugares.