¡Hola a todos! Hoy quería hablaros sobre uno de los sitios mas bonitos que he visto en mi estancia aquí, el beaterio de Kortrijk.
Kortrijk es la segunda localidad más grande de Flandes, después de Brujas, con 80000 habitantes en ella. Es conocida por su industria textil, que se remonta a siglos anteriores. Contiene una universidad importante de la región, así como monumentos, iglesias y el beaterio del que voy a hablaros hoy.
Un beaterio, para quien no lo sepa, es un lugar donde mujeres, conocidas como beatas, vivían una vida consagrada a la oración, la meditación y el servicio a la comunidad. Aunque pueda parecer similar a un convento, los beaterios tienen una estructura mucho menos formal, ya que se tratan normalmente de una plaza con viviendas alrededor de ella.
En este caso el de Kortrijk data de 1238, se encontraba rodeado por el castillo condal, las murallas de la ciudad y el cementerio de San Martín. Además, está ubicado cerca de la Iglesia de Nuestra Señora y la Iglesia de San Martín. A lo largo de su historia, ha sufrido varias destrucciones a manos de los franceses: en 1302 durante la batalla de las Espuelas Doradas, en 1382 después de la batalla de Westrozebeke y nuevamente en 1684.
Las 42 viviendas que se encuentran en el datan del s. XVII, la casa con frontones escalonados pertenencia a la “gran señorita” que es como se conocía a la jefa de las beatas. Además, se puede encontrar también una capilla del s. XV que fue restaurada posteriormente debido a los ataques.
Hoy en día la entrada al beaterio es completamente gratis, y recomendaría mucho hacer una visita a este lugar ya que te transporta a otro tiempo sin salir de la propia ciudad de Kortrijk.
Espero que este sitio os parezca tan maravilloso como a mí y que podáis disfrutar de él si visitáis su localidad. ¡Un saludo y nos vemos pronto!
Tengo 21 años y soy estudiante de Arquitectura en la UPV de Valencia.
Este año estoy realizando mi Erasmus en la ciudad de Gante, aunque mi universidad sea la KU Leuven.
Soy una persona a la que le encanta vivir nuevas experiencias y que no suele tener miedo de encontrarse en situaciones sola o sin conocer a nadie. Si a esto le sumamos que me encanta viajar, nos encontramos con que la experiencia Erasmus era un sueño para mi.
Me encanta el arte y la arquitectura, me parecen dos ámbitos con los cuales se puede aprender muchísimo de una ciudad gracias a ellos y toda la historia que tienen detrás.
Siempre que voy a una ciudad nueva intento empaparme de su historia al máximo para poder entenderla un poco mejor.