¡Hola a todos!
Hoy cogemos un tren con destino a la ciudad de Amberes, conocida por su importante puerto y por ser uno de los mayores productores de diamante en bruto del mundo.
Sin embargo, en el post de hoy, nos centraremos en el Beaterio de las Beguinas; un oasis en pleno centro de la ciudad, y a un paso de la universidad.
Las Beguinas; las mujeres más libres de la Edad Media
Las beguinas eran mujeres que durante la Edad Media se organizaban y vivían en comunidad, pero sin realizar los votos eclesiásticos requeridos para convertirse en monjas o religiosas; si bien tomaban los votos de pobreza y castidad.
Podían ser mujeres de todos los estratos sociales, aunque lo habitual es que fueran de las clases más bajas, madres solteras o simplemente mujeres repudiadas por la sociedad.
Eran mujeres libres e independientes que trabajaban en la industria textil y en hospitales (de hecho, se las considera las primeras enfermeras de la historia) y podían abandonar el beguinaje cuando lo desearan.
Es importante destacar que la entrada a los hombres estaba estrictamente prohibida durante los días de semana, y tan solo se permitía los domingos la entrada del cura a la capilla, y que eran mujeres muy cultas, que sabían leer y escribir y tenían un especial gusto por la música y la literatura.
La historia de los Beaterios
El primer beaterio se construyó en la ciudad belga de Lieja en torno al año 1180, y nace en un contexto histórico en el que existía mucha población femenina cansada del funcionamiento y los abusos de la iglesia, de ahí que no quisieran tomar los votos eclesiásticos, pero sí vivir juntas en comunidad, seguras y disfrutando de la libertad.
Esta nueva forma de organización traspasó fronteras y llegó hasta la Península Ibérica, ya que hay datos que aseguran la existencia de estas comunidades en regiones como Asturias y Cataluña.
Sin embargo, debido al rechazo y la persecución que sufrieron por parte de la cúpula eclesiástica católica, estos beaterios fueron replegándose hasta su origen; la Región Flamenca, donde se les profesaba respeto por sus labores de atención a los enfermos.
Es por ello por lo que aún se conservan estas edificaciones en ciudades de la región de Flandes como Brujas, Lovaina y Amberes.
Beaterio de la Ciudad de Brujas
Estos beaterios son Patrimonio de la Unesco desde 1988.
El Beguinaje en Amberes
Este beaterio data del año 1544 y es de un tamaño sorprendente, ya que tenía capacidad para 200 beguinas, que se organizaban en torno a un pequeño jardín; un lugar para dar paseos y dedicarse a la lectura.
Escultura en el Jardín del Beaterio de Amberes
Su capilla fue destruida, y se construyó la de Santa Catalina (1827), que llegó hasta nuestros días.
En la actualidad, se trata de una zona residencial, y las casas están habitadas por antepasados de las Beguinas, pero se puede visitar.
Calles del Beaterio de Amberes
Espero que os haya sido útil este post y que hayáis aprendido un poco acerca de esta figura tan fascinante; la de las beguinas. Unas mujeres valientes que buscaban vivir en libertad.
Nos vemos en el próximo post.
Laura Merino
¡Hola a todos! Soy Laura Merino, Estudiante de Erasmus en Gante y embajadora de ARTE.
Soy una persona aventurera y curiosa, y una enamorada de la ciudad de Gante que tiene mil ganas de saber más y de explorar las maravillas que esconde la Región de Flandes.
Durante los próximos meses os llevaré conmigo a todas partes, y hablaremos de ARTE pero también os contaré mi experiencia y os daré consejos y otra información práctica para que exprimais al máximo este lugar tan maravilloso.
No dudéis en preguntarme todas las dudas que os surjan, estaré encantada de ayudaros!