¡Hola a todos!
Como ya sabréis el chocolate es producto estrella en Bélgica. El chocolate llegó de América a Europa a través de España. Los Países Bajos, al ser parte del Imperio español, conocieron el producto pronto (siglo XVII) que entraba por el puerto de Amberes. Pero no es hasta mediados del siglo XIX cuando su consumo se populariza.
Meurisse, Jacques, Berwaerts y Neuhaus fueron pioneros en la fabricación de chocolate, fusionando la farmacia y la pastelería, tanto como cobertura para las medicinas como bajo la forma de bombones y tabletas. La conquista del Congo proporcionó al país su principal fuente de materia prima, mientras que el hito fundamental llegó en 1912 con la invención de la praline por Jean Neuhaus Junior.
La excelencia del chocolate belga se basa en 4 puntos. En primer lugar, la calidad del grano de cacao. En segundo lugar, la cantidad mínima de chocolate ha de ser del 35 % (suele llegar al 43 %). En tercer lugar, el chocolate se muele hasta alcanzar una finura de 12 micrones para garantizar una apreciación organoléptica óptima. En cuarto lugar, la torrefacción se lleva a cabo con meticulosidad. Además, todo el proceso de manufacturado debe realizarse en Bélgica.
La variedad de chocolates tiende al infinito y aquí entra de lo que quería hablaros hoy. Hay algunos bombones belgas muy típicos y que tienes que probar sin falta. Son los siguientes:
- La praline es el símbolo máximo del chocolate belga, gracias a su delicadeza y su intensidad aromática. Se trata de un bombón de chocolate relleno que puede contener una amplia variedad de ingredientes: praliné (avellana), ganache, diversas cremas, frutos secos, licor, mazapán, caramelo, entre otros.
- El Manon es una praline famosa de la marca Léonidas: un bombón de chocolate blanco relleno de una cremosa y aromática crema de mantequilla con sabor a café.
- El mendiant es un sencillo disco de chocolate negro adornado con cuatro frutos secos o con pieles de cítricos confitadas.
- Las Fruit de mer son las emblemáticas pralines de Guylian, moldeadas en forma de concha o de caballito de mar.
- Las Gayettes de Charleroi son unas trufas de chocolate cubiertas con una capa crujiente y oscura que evoca el carbón de las minas de la región donde fueron creadas.
- Por último, las Orangettes son tiras de piel de naranja confitadas recubiertas de chocolate negro, también muy características de la tradición belga.
Para más información sobre chocolate aquí.
Un saludo,
Sara.
Soy estudiante de 4º curso del Doble Grado en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad del País Vasco.
Tengo 21 años y nací en Vitoria-Gasteiz. El segundo cuatrimestre del curso 2023-2024 iré de Erasmus a Bruselas, Bélgica.
Me gusta viajar, escuchar música y pasar tiempo con mi familia y amigos.