¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar sobre la comida de los primeros días visitando Bélgica:
He tenido la suerte de que mis padres vinieran conmigo los primeros días de mi estancia en Bruselas para ayudarme a conocer la ciudad y porque ellos también querían visitar la región. Después de visitar varias ciudades, hemos concluido que comer en Bélgica no tiene nada que ver con comer en el mediterráneo, sin embargo, también hay una gastronomía maravillosa que debéis probar. (Aclaro que no voy a hablar de las típicas grandes franquicias, solo de negocios de aquí y de comida que es muy popular en Bélgica aunque no sea originaria)
El primer plato:
El primer plato del menú lo tengo claro, en Brujas, podemos encontrar un sitio de comida para llevar riquísima que tiene la combinación de dos cosas muy típicas: los wraps y las patatas fritas. Los wraps de ternera y pollo de The Olive Tree Street Food son la combinación perfecta de carne y verdura y solo viendo a todo el mundo devorarlos en las calles te darán ganas a ti también. Sus patatas son caseras y tienen una doble fritura, crujientes por fuera y blanditas por dentro, ¡una delicia! puedes ver cómo cocinan desde el lobby en el que te atienden, y pasear por brujas dando un buen bocado.
Si prefieres comerlo por separado, en cualquier ciudad Belga hay muchísimos locales de wraps y kebab, además de otros tantos de patatas fritas, pero definitivamente no podéis perdéroslos. Os dejo otras recomendaciones:
El segundo plato:
Los mejillones hervidos son un plato reglamentario de la cultura belga, se pueden disfrutar en la mayoría de restaurantes del centro de las ciudades, tienen un guiso exquisito y para mi son un must have. Añadiendo a esto, tengo que decir que en la mayoría de restaurantes ofrecen paella de marisco con mejillones y calamares como si fuera un plato de origen belga, y también que los típicos mejillones en escabeche que comemos en España son difíciles de encontrar aquí.
Y de postre:
Como es obvio, un buen gofre de chocolate y fruta. O del sabor que queráis, vaya, pero un gofre hay que comer. Existen dos variedades, el gofre de Bruselas y el de Lieja. El primero es menos dulce, mas crujiente y cuadrado. El segundo es el típico que comemos en los supermercados y gofrerías españolas, más dulce y redondo. Para mi, el primero es el mejor, buenísimo incluso solo. Y si todavía queda algo de hueco, prueba los cuberdones, típicos principalmente en Gante, donde se pueden encontrar muchos puestos callejeros para comprarlos al peso.
Espero que os hayáis quedado llenos, disfrutad muchísimo de la comida estos primeros días, y acompañadla siempre de una cerveza típica. Muchas gracias por leerme, ¡os espero en el próximo post!
-María Calzada.