Como estudiante de Comunicación Audiovisual no podía saltarme la parada en el FOMU (Fotomuseo de Amberes) como parte de mi ruta a lo largo de las exposiciones temáticas del ciclo ENSOR24, que conmemoran el 75 aniversario de la muerte del pintor flamenco James Ensor. He de confesar que tenía especiales ganas de visitar esta exposición, ya que compañeros de clase me habían hablado maravillas de ella. Y he de decir que no decepciona. Tú también puedes visitarla hasta el 2 de febrero de 2025.
La exposición que plantea el FOMU para este ciclo temático gira entorno a la obra de la fotógrafa Estadounidense Cindy Sherman, y cuentan con más de 100 fotografías para analizar su desarrollo artístico desde los años 70 hasta la actualidad.
En los años 70, aún como estudiante, otorgaba gran peso a la moda y la indumentaria en sus fotografías. La utiliza para crear personajes y demostrar su gran relevancia al construir la identidad de las personas. También empieza a mostrar una actitud ambivalente hacia el glamour de la moda, una relación de amor-odio que se desarrolla a lo largo de toda su carrera.
Alcanza la aclamación internacional en los años 80, gracias a su serie «Untitled Film Stills». Este retrato de la sociedad americana y su ideario popular abre muchas puertas a Sherman, que empieza a recibir encargos fotográficos del mundo de la moda. Sin embargo, fiel a su visión artística, Cindy Sherman se involucra en la industria con una mirada critica creando imágenes subversivas que para muchos son consideradas anti-publicitarias.
A pesar de la polémica que despierta su acercamiento a la fotografía de moda, la popularidad de Sherman sigue creciendo y creciendo. En los años 90, la fotógrafa experimenta con prótesis, mascaras y muñecas en sus fotografías. Sus grotescos acercamientos al arte y la belleza beben de la obra de Ensor de forma evidente.
Ya en la década de los 2000, la fotógrafa empieza a experimentar con la manipulación digital de las imágenes, gracias a las novedades tecnológicas del milenio, de forma en que sus fotografías se muestran artificiales y exageradas de forma totalmente intencionada. De nuevo en la línea artística del conmemorado Ensor, la fotógrafa experimenta ahora con motivos coloridos y carnavalescos.