Como os expliqué en la parte anterior, el MoMu se ha ganado un lugar especial entre mis museos favoritos en Bélgica. Como entusiasta del arte en todas sus disciplinas, me parece apasionante poder disfrutar de una rama tan interesante como es la moda en un museo con una colección de tanta calidad. Por eso he decidido dedicar una serie de posts a hablar en profundidad de la colección permanente del museo, que hace un recorrido por la moda actual contextualizada con los grandes hitos históricos de la indumentaria.
FLORES
Las flores, sobre todo las rosas, siempre han inspirado a artistas y diseñadores por su belleza y simbolismo de lujo y fugacidad. Desde el Renacimiento, las flores exóticas han sido un tema popular en los diseños, y en el siglo XIX, crear flores artificiales se volvió una habilidad clave en la moda, gracias a nuevas herramientas y materiales. Las siluetas de la colección de MoMu demuestran cómo la belleza de las flores sigue siendo una gran fuente de inspiración para los diseñadores de hoy.
IMPERIO
A finales del siglo XVIII, la moda femenina en Europa se volvió más simple, influenciada por la moda inglesa y los vestidos ligeros de los territorios tropicales. La reina María Antonieta puso de moda el robe à la Reine, un vestido suelto y ligero que representaba el ideal de vida simple de la Ilustración. A principios del siglo XIX, este estilo dio paso al vestido Imperio, inspirado en la antigua Grecia y Roma, con cintura alta, escote amplio y telas como algodón y seda. Los vestidos eran más discretos y se usaban con guantes largos o pañuelos de cachemira con el famoso motivo paisley, que estuvo muy de moda en esa época.
DO NOTHING CLUB
En esta instalación de Meryll Rogge y Beni Bischof, la moda, el arte y los objetos cotidianos se combinan. Rogge, que lanzó su propia marca en 2020, trabajó con el artista suizo Bischof para su colección Primavera-Verano 2023, MADE ON EARTH BY HUMANS. Bischof, conocido por su arte crítico y divertido, inspiró a Rogge con su archivo de collages y acuarelas. Juntos crearon piezas únicas como una blusa de organza con un mensaje y un vestido con personajes de Bambi. La colaboración tiene un estilo visual caótico, intuitivo y nostálgico, invitando a reflexionar con humor.
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