En la cuidad de Lovaina se encuentra una de las cervecerías más importantes de Europa: la archiconocida Stella Artois. Si nunca has oído su nombre es que probablemente no hayas salido de fiesta en Lovaina ni hayas paseado por la Oude Markt: es la cerveza que los flamencos y flamencas beben por excelencia y es uno de los orgullos más importantes de la ciudad.
A pocos minutos del centro, justo al borde del anillo de Lovaina, encontramos la fábrica actual de esta bebida, que tiene bastantes años de historia y muchas curiosidades por descubrir. Es una de las atracciones gastronómico-culturales con más renombre de Leuven, así que no dudé en hacer la visita lo antes posible.
Equipados con petos de seguridad fluorescentes y envueltos por un aroma intenso pero agradable, empezamos el recorrido guiado por la fábrica de cerveza. Nuestro guía, un veterano trabajador de la fábrica con muchísimo conocimiento sobre el proceso de producción de la Stella Artois, nos explicó cada uno de los pasos necesarios para obtener el resultado idóneo y nos enfatizó las numerosas medidas de higiene y tests de calidad a los que se someten los ingredientes en todas las partes del proceso.
Desde la composición química del agua, que siempre tiene que ser la misma para no alterar las características y el sabor del producto, hasta la temperatura exacta que se usa en las diferentes fases, pasando por el tratamiento y la función de cada uno de los ingredientes que intervienen en la producción: todo es medido y controlado rigurosamente por personal experto de la cervecería.
Después de la primera explicación sobre los ingredientes y los procesos, nos dirigimos a la sección de embotellado, donde pudimos ver con nuestros propios ojos la gran cantidad de botellas, latas y barriles que se producen a diario en esta fábrica y que se exportan a muchas partes de Bélgica, de Europa y de todo el mundo. El consumo de esta bebida en el país es muy elevado, pero mucho menor que el que hubo en otros momentos del pasado: al ser una de las pocas bebidas en que se hervía el agua durante el proceso, era mucho más segura que el agua corriente ante las epidemias de cólera y peste.
Como he mencionado anteriormente, la Stella Artois es una marca de cervezas con mucha historia en Lovaina, así que no podía faltar en la visita el recorrido en el tiempo de la empresa desde sus orígenes hasta la actualidad. La explicación detallada del guía se vio complementada por múltiples fotografías y objetos colocados por todas partes, que me permitieron comprender mucho mejor la interesante (y accidentada) historia de la cervecería, con más de un incendio y cambio de ubicación de por medio, además de los efectos de las dos guerras mundiales del siglo pasado.
La visita guiada finalizó con una cata de las distintas variedades de cerveza producidas en la fábrica, la que fue la parte más interesante para algunos y algunas. Tal y como nos explicaba el guía, debido a su amargura, para poder saborear la cerveza al 100% sin perder ninguna de sus cualidades aromáticas es necesario tragarla, a diferencia del vino, que se puede escupir. Por ello, como parte del control de calidad del producto, diferentes expertos y expertas se tienen que “sacrificar” y beber la cerveza para comprobar que su sabor y su aroma son los esperados. ¡Gran sacrificio!
Un aspecto de la explicación que me llamó la atención fue el gran esfuerzo que se hace por parte de la empresa para reducir las cantidades de energía y agua necesarias para la producción de la Stella Artois: si hace unas décadas se utilizaban cerca de 20 litros de agua para producir un litro de cerveza, en la actualidad la cifra se ha reducido a 3,2 litros. Además, el más del 90% de la energía usada en los procesos se reutiliza de alguna manera: una prueba más del compromiso de la población y las empresas flamencas con el medio ambiente.
La explicación fue muy detallada, y tomé nota sobre datos interesantes: sin embargo, prefiero guardármelos para mí. Si quieres conocerlos con más profundidad y/o quieres probar los diferentes tipos de cerveza que se producen en la fábrica, no dudes en visitarla. ¡Vale la pena! Hay tours guiados en inglés los sábados y los domingos a las 15h, y en neerlandés los mismos días a las 13h, por el precio de 8,5€ por persona. ¿Te vas a ir de Lovaina sin visitar la cervecería Stella Artois?
Me llamo Alejandro Caravaca Hernández, y seré el corresponsal de Turismo en Flandes y Bruselas en Lovaina durante el primer semestre del curso 2018/2019. Ya me iréis conociendo poco a poco (nos esperan 5 meses por delante) pero, a modo de presentación, os explicaré brevemente quién soy y qué espero de mi experiencia en Lovaina.
Nací en noviembre del 1997, hace poco menos de 21 años, y vivo en Montcada i Reixac, un municipio de la periferia de Barcelona. Estoy estudiando 4º de Pedagogía (por si alguien se lo estaba preguntando, no es lo mismo que podología ni que logopedia) en la Universitat Autònoma de Barcelona, una de las universidades públicas catalanas. Me considero una persona activa y sociable, y participo en iniciativas socioculturales del municipio donde vivo, además de ser representante estudiantil en mi facultad. Entre mis hobbies destacaría el teatro: formo parte de un grupo de teatro amateur en Montcada i Reixac. De hecho, hace unos meses estrenamos un musical basado en la película Moulin Rouge, en el que pude interpretar el papel del antagonista, “el Duque”.