Si vienes a Bélgica, no podrás resistirte a probar este delicioso manjar nacido en estas tierras
¡las patatas fritas!
Todos las hemos comido alguna vez porque su consumo hoy día está extendido por todo el mundo, pero nos os podéis imaginar el cuidado que ponen en la preparación y lo únicas que son estas patatas fritas. Las frietjes, en neerlandés, se fríen en una mezcla de aceite y grasa primero a 140ºC y luego a 170ºC. Este modo de preparación hace que la patata tenga una consistencia tierna en el interior pero esté crujiente al mismo tiempo ¡riquísimas!
Las patatas llegaron a Europa a finales del siglo XV procedentes de América del Sur, específicamente desde Perú y Bolivia desde donde se extendieron a todo el continente americano. En un principio, se pensaba que sólo eran buenas para el forraje animal y no fue hasta un siglo más tarde cuando comenzaron a considerarse aptas para el consumo humano.
El origen de las patatas fritas ha sido un tema muy debatido entre los expertos. Según los entendidos, en Bélgica era costumbre freír los peces que pescaban en el río. Con la llegada del invierno, los ríos se congelaban y recurrieron a la patata como alimento sustituto del pescado, cortándolas en forma de peces (bastoncitos) y cocinándolas fritas. Los belgas defienden esta teoría y todo, pese a como se denominan en inglés estas patatas (french fries), la explicación es bastante lógica. Al parecer, cuando los soldados americanos probaron las patatas fritas belgas en la II Guerra Mundial, pensaban que estaban en Francia en vez de en Bélgica, y de ahí el nombre con el que las bautizaron.
Por las calles de cualquier ciudad belga puedes encontrar puestos de frietjes. El aroma te va seduciendo desde lejos y cuando te vas acercando no puedes hacer otra cosa que pararte y quitarte el antojo. Lo normal es pedirlas con mayonesa, pero hay una gran variedad de salsas con las que combinarlas: kétchup, curryketchup, salsa de ajo, andalouse ¡y hasta un sinfín de opciones entre las que elegir!
Las sirven en un cucurucho o una pequeña bandejita de cartón y la salsa por encima. Puedes optar por comerlas con las manos o con unos tenedorcitos de colores muy graciosos que puedes coger en el puesto donde las compres. Es habitual encontrar locales anexos a los puestos donde puedes sentarte tranquilamente a comer tus patatas, una idea estupenda para los fríos y lluviosos días de invierno en los quieras degustar unas frietjes.
En 2008 se inauguró en Brujas el Frietmuseum, donde se cuenta toda la historia de la patata, desde su origen hasta el día de hoy, pasando por las diferentes formas de cortarlas y cocinarlas. Hay una exposición de todo lo que tiene que ver con este alimento, apariciones en cómics, en prensa, esculturas con patatas, utensilios para cortarlas y por su puesto un magnífico puesto donde degustarlas al final de la visita.
Para todo el que no pueda resistirse, el museo se encuentra en la calle Vlamingstraat número 33, en Brujas.
Será parada obligada cuando vaya a visitar Brujas ¿te apuntas?
MARÍA
¡Hola a todas y todos! Soy Abel Corsino, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid y durante los próximos meses vamos a vivir juntos la maravillosa experiencia de adentrarnos en la cultura flamenca. Pretendo mostrar las fascinantes calles por las que paseaban los maestros flamencos y todo su legado, conquistar vuestro paladar con la gastronomía belga, enseñaros los paisajes más recónditos de Limburgo y que os enamoréis, como yo, de cada rincón de esta región.
Me faltan unos días para comenzar esta aventura. Mi primera parada será la ciudad que me acogerá durante estos cinco meses: Hasselt, en Limburgo. Tengo muchísimo cariño a esta provincia porque será en la que pase el mayor tiempo de mi Erasmus y siento que tiene un millón de sitios que merece la pena explorar, pero no me olvidaré de que Amberes tiene maravillas arquitectónicas y de la gran relación que tiene esta ciudad con el arte.
En cuanto a mí, para que me conozcáis un poco más, os puedo decir que soy muy cinéfilo, me encanta perderme por cualquier sitio y soy adicto al hummus. Lo del hummus parece irrelevante, pero de verdad que no puedo subsistir sin hummus. Si queréis saber cómo empezó todo esto y cómo este servidor os está revelando su adicción al hummus, os dejo mi vídeo candidatura para ser Corresponsal Erasmus. Espero que os guste el vídeo y que estéis tan entusiasmados como yo por descubrir Flandes
6 comentarios
Nadie puede resistirse a unas buenas frietjes!!!ademàs te las dan con esas salsas tan ricas…y entran tan tan bien a altas horas de la madrugada… Me daban la vida. Las mejores que he probado nunca aunque son una gochada son las Royal Frietjen en Gante al comienzo de Overpoort en Julien y Pieter, o de Gouden Sauté tienen salsa de schtoffelvlees , jupi por encima y encima tde todo eso cebollita frita de esa que usan tanto… Dios.
Que buenas!!yo me apunto. En Holanda también son típicas las patatas fritas con mayonesa, a mi me encantaban, porque tienen un sabor diferente!!!
Y son el mejor reconstituyente vitaminico a las 4 de la mañana cuando vuelves de fiesta de Overpoort!!!Solo hay que ver Julien & Peter, que tiene más cola durante la noche que durante el día…
Uffff, yo quiero un cartucho de esas patatas fritas, aunque pensándolo mejor me las comeré allí que estarán mas calentitas, jejejeje.
Curioso y completo reportaje María.
Saludos.
Ufffff, que buena hora para leer este articulo!!!!!!!!!
Un poco de orgullo señores, la patata frita se invento en galicia por una asturiana a mitad del siglo XVIII, y gracias a que un cura las probo se llevo la receta a Francia y alli la popularizaron y atribulleron la receta (tan famosas french fries). pues nada de eso, son españolas, pero nosotros siempre tenemos que agachar la cabeza, de eso nada, un poco de orgullo.