Ostende (en neerlandés Oostende) es una ciudad de la provincia belga de Flandes Occidental, situada aproximadamente en el centro de la costa belga. Nuestro viaje a Ostende empezó, como siempre, en el tren que conduce desde Amberes hasta esta ciudad costera.
Al llegar, todos buscábamos ansiosos dónde estaría el mar ¡queríamos ver el mar del Norte! Un magnífico paseo marítimo por donde pasear, ofrecía las vistas que estábamos buscando. La pena es que el tiempo por estos lugares es bastante inestable, y bueno la imagen del mar es siempre bonita, pero en este caso mucho más gris y fria que la que todos tenemos en la imaginación.
Los puestecillos de pescado y marisco, daban un aire encantador a la zona del paseo más cercana al puerto. Por tres euros puedes probar el marisco de la zona en una especie de ensaladitas que combinan un poco cada tipo de pescado.
Ostende es un lugar estratégico por su ubicación costera y cercana a Francia, por lo que fue un enclave decisivo en la Segunda Guerra Mundial. De hecho, hay un Fuerte a un extremo de la cuidad que todavía se conserva intacto desde aquellos años. Esto explica por qué la mayoría de la ciudad es de construcción moderna. Algunos edificios históricos se camuflan entre altas torres, como la Catedral de estilo gótico que se alza entre edificios de este siglo.
El jardín japones, situado al oeste de la ciudad, es un lugar digno de visitar. Todo está perfectamente medido para transmitir sensación de equilibrio y contacto con la naturaleza. Los jardines japoneses están concebidos para contemplarlos, a diferencia de nuestros jardines, que los utilizamos para pasear.
A lo largo del paseo puedes encontrar tiendas de alquiler de bicicletas con las que dar un agradable paseo. Nosotros alquilamos una de seis pedales, pero apta para transportar a ocho personas. Eso si, tengo que decir que el mecanismo no estaba muy bien pensado ¡con mucho esfuerzo apenas avanzabas un poco! Las risas están aseguradas. El ambiente de Halloween y el ambiente festivo de la ciudad hizo de este día un día inolvidable.
MARÍA
¡Hola a todas y todos! Soy Abel Corsino, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid y durante los próximos meses vamos a vivir juntos la maravillosa experiencia de adentrarnos en la cultura flamenca. Pretendo mostrar las fascinantes calles por las que paseaban los maestros flamencos y todo su legado, conquistar vuestro paladar con la gastronomía belga, enseñaros los paisajes más recónditos de Limburgo y que os enamoréis, como yo, de cada rincón de esta región.
Me faltan unos días para comenzar esta aventura. Mi primera parada será la ciudad que me acogerá durante estos cinco meses: Hasselt, en Limburgo. Tengo muchísimo cariño a esta provincia porque será en la que pase el mayor tiempo de mi Erasmus y siento que tiene un millón de sitios que merece la pena explorar, pero no me olvidaré de que Amberes tiene maravillas arquitectónicas y de la gran relación que tiene esta ciudad con el arte.
En cuanto a mí, para que me conozcáis un poco más, os puedo decir que soy muy cinéfilo, me encanta perderme por cualquier sitio y soy adicto al hummus. Lo del hummus parece irrelevante, pero de verdad que no puedo subsistir sin hummus. Si queréis saber cómo empezó todo esto y cómo este servidor os está revelando su adicción al hummus, os dejo mi vídeo candidatura para ser Corresponsal Erasmus. Espero que os guste el vídeo y que estéis tan entusiasmados como yo por descubrir Flandes
2 comentarios
No se puede decir que las playas se parezcan a las de Cádiz, pero es un sitio bonito jeje. Ya conoceis el mar del norte, pero deberiais haberle echado valor y daros un bañito que es una oportunidad única! jaja
[…] post sobre Gante, Ostende, Brujas, Amberes están llenos de detalles interesantes. Y no solo de turismo se vive: Música, […]