Parece que el frío ha llegado a Bruselas en el momento oportuno para demostraros que, no importa el clima, aquí siempre hay algo que hacer. Mi primer plan para vosotros para combatir la pereza y el calor hogareño es una buena taza del chocolate más exclusivo de la ciudad.
En Bélgica, de chocolate, saben bastante, así que es normal caer en la tentación y quedar prendado de algún escaparate en más de una esquina de la ciudad. Aunque hay mucho donde elegir, hoy quiero recomendaros un maestro chocolatero que hace cada una de sus piezas artesanalmente y con una calidad y un sabor exquisitos: Laurent Gerbaud.
Aunque no es el más económico de la ciudad, tiene ofertas muy asequibles para poder degustar sus famosas trufas o beber una exquisita taza de chocolate caliente con vistas a la Rue Ravenstein. Y, si el cielo acompaña, os recomiendo pedir uno para llevar y acercaros al mirador más conocido de la ciudad para ver la puesta de sol desde el Mont des Arts: una delicia, se mire por donde se mire. El precio del chocolate a la taza es de 4,50€, aunque tienen distintos precios según lo que pidas y, con cada bebida, puedes elegir una trufa de regalo
Os dejo con un vídeo que pude grabar este fin de semana y un evento para degustar 7 cervezas y chocolates el próximo jueves 29 de noviembre. Las plazas son limitadas y el precio del evento es de 35€.
Posdata: los cafés de aquí son una maravilla